Febrero 2023. Modelo de diversidad y neurodiversidad dos conceptos que rompen con la cultura de la discapacidad.

La palabra inclusiva/inclusivo es una palabra que está de moda. La escuchamos tanto para hablar de educación, como del lenguaje, como para referirnos a las sociedades, a las personas o a las ciudades, por poner un ejemplo, pero… ¿por qué hablamos tanto de inclusión en educación, por qué ponemos el énfasis en incluir, por qué no hablamos solo de educación? La respuesta es sencilla, porque seguimos segregando.

Analicemos lo que ocurre en la actualidad en la educación. En educación seguimos considerando que hay personas capaces y por ende, otras personas son discapaces. Las personas capaces son conceptualizadas como normales, y las discapaces como diferentes. Este hecho conlleva que las personas discapaces para ser normales deban llegar a ser tan capaces como las demás, el objetivo es entonces capacitarlas.

El modelo de la diversidad de Agustina Palacios y Javier Romañach (2006) (1) es una evolución del modelo social de discapacidad que pone el énfasis en actuar sobre las características del entorno. El modelo de diversidad considera igualmente valiosas todas las expresiones diferentes de funcionamiento y propone el término diversidad funcional como sustituto de capacidad/discapacidad. Este concepto posibilita construir a la persona una identidad no negativa, y se considera la diversidad funcional inherente al ser humano. Este modelo está basado en la ética de la diversidad, en la dignidad humana, en el modelo de apoyos y calidad de vida y en el diseño universal.

En 1998 la socióloga y activista Judy Singer acuñó el término neurodiversidad como sinónimo de biodiversidad neurológica. Para esta autora la neurodiversidad abarca todas las formas neurológicas, las más frecuentes y habituales que denominamos neurotípicas, y también las minoritarias o neurodivergentes. Hablar de neurodiversidad es considerar que todas las personas somos neurodiversas y que todos los procesamientos o funcionamiento neurocognitivos son válidos.

Surgen entonces dos conceptos que se dan la mano, diversidad funcional y neurodiversidad, pues ambos intentan romper el binarismo capacidad/discapacidad y valorar la diversidad. Surgen entonces preguntas sobre las que debemos reflexionar ¿en educación se consideran valiosas todas las formas de funcionamiento neurocognitivo? ¿Podríamos eliminar en la educación las etiquetas clínicas y hablar de diversidad de cerebros y mentes? ¿Qué implicaría esto? ¿Cómo podría lograrse? … Y todas las que se te puedan ocurrir a ti al leer este post.

También el relato de las flores que narra Thomas Armstrong en su libro el Poder de la neurodiversidad (2012) puede ayudarnos a reflexionar sobre este tema.

PD. El otro día con mis estudiantes del Máster de Neuroeducación Avanzada de la UB, reflexionábamos sobre la cultura de la discapacidad y el afán de etiquetar todo desde una mirada clínica. Seguro que con el DSM6 todas, o casi todas las personas estaremos aquejadas de algún trastorno mental en un grado u otro. ¿Cómo es posible que con los avances de la neurociencia sigamos inmersos en una cultura de discapacidad?

Enero 2023. Diseño universal y ajustes razonables

Comenzamos el calendario con el tema elegido para trabajar este año: Diseño universal y ajustes razonables. ¿Y por qué este tema y no otro? ¿Qué significan exactamente estos dos términos?

Por “diseño universal” se entenderá el diseño de productos, entornos, programas y servicios que puedan utilizar todas las personas, en la mayor medida posible, sin necesidad de adaptación ni diseño especializado. El “diseño universal” no excluirá las ayudas técnicas para grupos particulares de personas con discapacidad, cuando se necesiten.

Por “ajustes razonables” se entenderán las modificaciones y adaptaciones necesarias y adecuadas que no impongan una carga desproporcionada o indebida, cuando se requieran en un caso particular, para garantizar a las personas con discapacidad el goce o ejercicio, en igualdad de condiciones con las demás, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales.

Convención de los derechos de las personas con discapacidad

¿Qué implicación tiene en el aula, en la escuela? Cuando a pesar de un diseño universal la persona requiriera o requiriese de modificaciones y adaptaciones necesarias para garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad en igualdad de condiciones con las demás personas, es nuestra obligación ofrecerle esos ajustes.

Hablar de ajustes razonables es hablar de un derecho del estudiante y una obligación de las escuelas.

Pero para poder comprender todo lo que se va a ir abordando en estos meses en necesario compartir significados: ¿qué entendemos por inclusión? ¿Qué es el capacitismo? ¿En qué enfoque nos movemos?

Hay todavía muchos errores conceptuales entre los conceptos de integración e inclusión que nos impiden avanzar hacia una educación inclusiva. La propia normativa es segregadora y sigue centrada en un modelo que categoriza y que considera lo que es normal y lo que no lo es. A menos que haya un cambio, a menos que nos comprometamos con él, a menos que denunciemos las injusticias y pasemos a la acción, la escuela seguirá siendo opresora e injusta para muchas personas.

Seguimos anclados en un discurso capacitista que considera que las personas que se salen de la norma no pueden ser tan capaces como las demás y que tienen que dejar de ser ellas mismas para aspirar a una «normalidad». Esto ocurre en las aulas cuando dejamos estudiantes en los márgenes porque son diferentes y los atendemos siempre de forma diferente e incluso consideramos que su funcionamiento no es válido, que no son capaces y decimos entonces que son discapaces.

El modelo de la diversidad de Agustina Palacios y Javier Romañach (2006), del que hablaré en el mes de febrero, es una evolución del modelo social y defiende que todas las expresiones de funcionamiento son válidas, superando la dicotomía entre capacidad y discapacidad. Este modelo está basado en la ética de la diversidad, en la dignidad humana y en el diseño universal. Esto supone en primer lugar trabajar con el portafolio de los talentos (mes de marzo) y conocer a la persona, sus competencias, habilidades, fortalezas y características, para luego analizar las barreras al aprendizaje (mes de abril).

Cuando las demandas del contexto son elevadas y superan las competencias, habilidades y características de la persona, cuando hay un desajuste entre la persona y el contexto, se genera una necesidad de apoyo que puede variar en intensidad (mes de mayo)

En los meses de junio, julio, agosto y septiembre se abordarán las medidas que nos van a permitir apoyar el aprendizaje y la inclusión de todo el alumnado bajo los principios de equidad y calidad. Y en los meses de octubre, noviembre y diciembre se analizarán los temas de aulas DUA, evaluación inclusiva y personalización del aprendizaje.

Confío que el calendario de este año te ayude a reflexionar sobre la equidad y la calidad, invitándote a revisar e identificar culturas de exclusión y transformar las prácticas en el aula, que es nuestro gran reto en la actualidad. Puedes descargarte en calendario AQUÍ.

Para Julie Allan (2005) la inclusión es un proyecto ético que implica el compromiso de todas las personas, que nos permite ser optimistas y saber que podemos cambiar. ¿Te unes a la #RevoluciónInclusiva? ¿Te unes al cambio?

Trabajos citados:

Convención de los derechos de las personas con discapacidad

Palacios, A.; Romañach, J. (2006) El modelo de la diversidad. La Bioética y los Derechos Humanos como herramientas para alcanzar la plena dignidad en la diversidad funcional. Ediciones Diversitas

Allan, J. (2005). Inclusion as an ethical project. In Shelley Tremain (ed.), Foucault and the Government of Disability. University of Michigan Press. pp. 281–97.

Calendario 2023. Diseño universal y ajustes razonables

Como llevo haciendo desde hace tiempo, en esta ocasión también he preparado un calendario sobre educación. Cada mes tiene un contenido que ayuda a reflexionar y conocer algún aspecto teórico relacionado con el tema elegido, de forma que en el calendario encontrarás 12 meses, y por lo tanto, 12 temas.

El lema de este año es el diseño universal y los ajustes razonables, un tema necesario para poder garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad. Se aborda su significado, el paradigma en el que se mueve, la importancia de conocer las fortalezas y potencialidades de la persona, las barreras al aprendizaje, los apoyos, se explicitarán medidas para apoyar el aprendizaje y la inclusión…., y otros muchos contenidos que no debes perderte, y por primera vez puedes anotar los objetivos del mes para transformar tu aula.

Si te interesa aquí puedes ver y descargar el calendario.

Cada mes en el blog encontrarás una entrada que amplíe la información del calendario.

NO TE LA PIERDAS

Otros calendarios ya publicados

Educación inclusiva: estrategias para personalizar el aprendizaje

El pasado 2 de junio impartí una conferencia sobre personalización del aprendizaje para Down España. En ella reflexioné primero sobre la niebla que nos impide ver con claridad y avanzar, que anatomiza a las personas y las reduce a las características del síndrome o trastorno. Revisando conceptos como homogeneización, capacitismo, inclusión, segregación… La niebla se disipa y ofrezco posibilidades para lograr una educación inclusiva y equitativa de calidad.

Si te interesa, este es el genially que utilicé: https://view.genial.ly/6294ce5309f59d0018cd2c3a

Y este es el vídeo de la conferencia completa.

Premios FAAM oro

El viernes 3 de diciembre de 2021, con motivo del Día Internacional de las personas con discapacidad, la Federación Almeriense de Asociaciones de Personas con Discapacidad, FAAM, entregó sus tradicionales FAAM de Oro, galardones que reconocen el trabajo y esfuerzo de personas y entidades hacia una plena inclusión, y este año yo tuve el honor de recibir uno de ellos, concretamente el FAAM oro educación.

Discurso de agradecimiento:

«Quiero expresar mi agradecimiento por este FAAM de oro y me cuesta encontrar palabras para hacerlo: sorpresa, alegría, incredulidad, ilusión, tal vez sean adjetivos que me definan en este momento y que transmitan mis sentimientos mejor que yo.

Cuando a Eduardo Galeano en Cartagena de Indias le preguntaron ¿qué es la utopía? Él contestó, la utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y si avanzo diez pasos, el horizonte se mueve diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar. Y en este caminar utópico y esperanzado nos encontramos todas las personas que estamos hoy aquí. Personas que soñamos y luchamos por un mundo justo, por una sociedad inclusiva con escuelas acogedoras y seguras, con lugares de esperanza y dignidad para todo el mundo. Pero hoy con este premio se evidencia que esto no es solo un sueño, es una realidad. Estos reconocimientos, del que yo tengo el honor de recibir uno, valoran este camino, este compromiso individual y colectivo de todas y cada una de las personas que avanzamos hacia la inclusión con paso firme.

Hoy es 3 de diciembre, el día internacional de las personas con discapacidad, también es el día de la Comunidad foral de Navarra, es San Francisco Javier y me acuerdo de mi padre Patxi, un navarrico de los pies a la cabeza. Mi padre falleció cuando casi tenía mi edad, dos años más de los que tengo yo ahora. Él quería un varón y tuvo 6 hijas. 6 hijas a las que inculcó que el cuidado, el respeto y el amor son la base de todas las relaciones. Él me contagió la inquietud por aprender y la importancia de los cuidados, y dedico hoy a mi padre este reconocimiento. También se lo dedico a mi madre, una mujer valiente y luchadora, nuestra tejedora de alas que hoy es una gran detective de palabras, un infarto cerebral hace que en estos momentos en su cerebro floten recuerdos y palabras que ella busca con afán para comunicarse con nosotras, de ella tengo el tesón y la tozudez. Se lo dedico también a mi marido y a mis hijas, que me acompañan y apoyan siempre en esta aventura que es la inclusión, en mi familia encuentro la estabilidad, la serenidad y el cariño incondicional sin el cual yo no podría avanzar. También a mis hermanitas, que cada logro compartido es celebrado con tanta ilusión como si fuera propio, en ellas encuentro la alegría. Pero sobre todo se lo dedico a docentes y familias que con su trabajo diario evidencian que otra educación es posible; y a las miles de personas que me siguen y apoyan en las redes sociales, docentes, estudiantes, familias de todos los lugares del mundo que me preguntan, y que con sus reflexiones me ayudan a crecer personal y profesionalmente.

Gracias FAAM

Gracias Rocío

Gracias«

También tienes la opción de escuchar y leer el discurso en esta narración.

En prensa:

https://www.faam.es/index.php/actualidad/item/faam-vuelve-a-entregar-sus-galardones-de-oro-de-manera-presencial-con-motivo-del-dia-internacional-de-las-personas-con-discapacidad

https://www.ideal.es/almeria/almeria/igualdad-vale-20211204222831-nt.html

https://www.diariodealmeria.es/almeria/FAAM-Oro-entidades-discapacidad-Covid_0_1634837840.html

https://www.europapress.es/andalucia/diputacion-almeria-01014/noticia-apoyo-institucional-gala-virtual-faam-oro-dia-personas-discapacidad-20201203184839.html

Para ver la gala entera

https://www.facebook.com/FaamAlmeria

Mirada DUA, una mirada necesaria.

La mirada DUA no conecta con discursos segregadores que parten de posturas bipolares, ni tampoco de discursos que hablan de normalización desde la diferencia. La mirada DUA promueve es

No tendríamos que hablar de inclusión si antes no hubiésemos segregado, si desde el principio nuestra respuesta ante la diversidad hubiese sido otra, si desde el principio hubiésemos entendido que la normalidad es un concepto frágil, relativo, si hubiésemos entendido que normal no es lo opuesto de anormal; no tendríamos entonces que estar hablando de inclusión, sino de educación. Hablar de educación inclusiva, es hablar de una educación equitativa y de calidad para todo el alumnado y con todo el alumnado, es hablar de eliminar el sistema binario normalidad/diversidad y sobre todo, hablar de educación inclusiva supone eliminar la exclusión en y desde la educación, con la participación activa siempre de todo el alumnado.

Hemos normalizado las injusticias y hemos confundido que atención a la diversidad es una atención solo para los que son diversos, para los que no son normales, reduciendo la diversidad a un aspecto concreto que los caracteriza y cometiendo el error de clasificar a los niños y niñas con criterios diagnósticos clínicos que habitualmente conllevan características fijas y estables, agrupándolos por semejanzas comunes o sintomáticas que muchas veces los docentes no conocen y que los etiqueta como algo anormal, diverso y distinto. Esto nos lleva a planteamientos pedagógicos iguales y homogéneos para el alumnado normal, y planteamientos pedagógicos terapéuticos para el alumnado no normal.  Altas expectativas para el alumnado normal y bajas expectativas para el alumnado no normal. Currículo oficial para el alumnado normal y adaptaciones curriculares para el alumnado no normal.

Para entender qué es y qué supone la educación inclusiva y sobre todo, para poder pasar a la acción, debemos dejar de llevar a cabo las prácticas excluyentes que se siguen haciendo y que impiden avanzar, cuestionándonos en primer lugar nuestra frontera entre lo normal y lo no normal, reflexionando sobre nuestros límites difusos o marcados donde se encuentran las líneas de fuga, los cuestionamientos personales, los desencuentros con docentes, haciendo de estas fronteras lugares de cambio y transformación.

Para garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad a todo el alumnado es necesario un cambio de mirada que nos interpele, que nos cuestione sobre nuestra propia práctica educativa y que nos haga ser docentes disruptivos dispuestos a llevar a cabo la Revolución Educativa necesaria.

La mirada DUA permite ver a la persona, más allá del diagnóstico que la cosifica, que la segrega y aprisiona. La mirada DUA permite partir de las fortalezas, de las capacidades de la persona, y se convierte entonces en una educación con altas expectativas que no se centra solo en las necesidades y dificultades, una educación personalizada frente a la individualización a la que estamos acostumbrados.

La mirada DUA no conecta con discursos segregadores que parten de posturas bipolares, ni tampoco con discursos que hablan de normalización desde la diferencia. La mirada DUA promueve espacios donde las diferencias se diluyen y donde la intervención se centra en la persona y en su calidad de vida conjugando siempre aspectos cognitivos, emocionales y éticos.

¿Cómo conseguir esta mirada en los docentes? 

  • Poniendo el énfasis en la equidad y en la calidad, como indicadores del DERECHO EN LA EDUCACIÓN INCLUSIVA, un derecho para todo el alumnado y que lleva necesariamente a hablar de Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) y mirar la educación con esos ojos, hablando entonces de mirada DUA, frente a una mirada integradora que excluye y margina.
  • USO PEDAGÓGICO DE LOS ESPACIOS para construir verdaderas aulas DUA que propicien y respeten los diferentes ritmos de aprendizaje, la capacidad de aprender por sí mismos, aulas que promuevan las competencias y que desarrollen el pensamiento crítico y creativo en todo el alumnado. Aulas donde profesorado y alumnado colaboran en el aprendizaje y en la evaluación, frente a aulas tradicionales donde prevalece la respuesta homogénea basada en una concepción estática y rígida de la enseñanza.
  • EDUCACIÓN CENTRADA EN LA PERSONA y partir del portafolio de los talentos para conocer los puntos fuertes de cada niño, niña, joven, adolescente y fortalecerlos siempre. Todas las personas somos diferentes y todas tenemos derecho a la educación y en la educación; las propuestas educativas deben valorar el bienestar de todo el alumnado, respetar su dignidad y eliminar prácticas segregadoras.
  • PERTENENCIA, creando un ambiente de clase saludable, amable, acogedor y seguro; esta es la base para que el alumnado pueda ser y estar, para que la inclusión no sea un premio y para que todo el alumnado sienta que pertenece, que se le tiene en cuenta.
  • FOMENTANDO LA PARTICIPACIÓN de todo el alumnado en el aula con propuestas inclusivas que dan respuesta a todo el alumnado, lo que necesariamente nos hace diseñar las programaciones de forma universal, y presentar la información en formatos distintos, proporcionando opciones para: captar el interés, mantener el esfuerzo, la persistencia, la autorregulación, la percepción, el lenguaje y los símbolos, la comprensión, la acción física, la expresión, la comunicación y la función ejecutiva; todos ellos principios del Diseño Universal para el Aprendizaje.
  • ÉTICA DEL CUIDADO, la mirada DUA implica ayudar a todo el alumnado en su propio proyecto de vida, caminar a su lado, no escribir su final. Implica compartir, guiar, ayudar, cuidar. Implica hacer ajustes y ofrecer apoyos siempre. Implica altas expectativas, cuidar del bienestar de todo el alumnado, respetando y reconociendo las necesidades de cada uno eliminando las barreras a la presencia, la participación y el aprendizaje.

Una mirada DUA es una mirada transformadora y que transforma la vida de los nadies, de los ningunos, de los ninguneados y de sus familias, pero sobre todo es una mirada que logra sociedades más inclusivas.

Hacia la utopía. Taller sobre inclusión.

Para una formación en la Universidad con futuros docentes, he preparado este taller con la idea de ayudar a reflexionar, pensar y repensar. Utilizando la metacognición quiero que reflexionen sobre qué es normal, qué es la educación inclusiva, en qué paradigma nos movemos. El objetivo es caminar hacia el horizonte, hacia la utopía de la inclusión real en la educación.

Comparto aquí la imagen que he preparado por si os puede ayudar.

//www.thinglink.com/card/1102837868528664579

 

Los nadies, los ningunos, los ninguneados.

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Eduardo Galeano escribió en 1940 un poema sobre Los nadies, y se refiere a ellos como «aquéllos que no son aunque sean, que no hablan idiomas, sino dialectos». Podría reescribirse el texto con otros versos similares: que no hacen música, sino musicoterapia, que no hacen arte, sino arteterapia…. Y retomando los versos de Galeano, «que no tienen nombre, sino número».

¿Qué nos hace pensar esto?

Los nadies en la escuela son todos los niños y las niñas que suponen un número, un número asociado a recursos; pero también son los invisibles, los apáticos, los inconformistas, los inseguros, los vergonzosos, los movidos, los rápidos, los lentos. Todos los que se salen de la norma. 

Yo veo dos normas que tal vez coexistan con otras:

  • La norma establecida como promedio y que se basa en el modelo psicopedagógico que nace en la década de los 90, que dicta la normalidad como una curva y que dirime que lo que se desvía de esta curva no es normal. 
  • Y la norma establecida por la sociedad que pone barreras visibles o invisibles que determinan lo que es o no es normal, barreras que excluyen a parte de la sociedad por ser diferentes, por no ser normales. 

Lo que no es normal, es anormal. La relatividad de ambos conceptos no puede determinar que existan los nadies, ni condicionar su futuro. Son conceptos frágiles que están supeditados a la mirada de la sociedad, por lo que cada vez es más necesario repensar la educación para avanzar. 

La primera norma se refiere al modelo psicopedagógico que sigue vigente en la actualidad. Un modelo basado en el déficit, en la etiqueta, en informes psicopedagógicos cuantitativos que solo se hacen a los nadies, a los diferentes, a los que no siguen la norma, a los que se salen de ella, donde se etiqueta y se aportan orientaciones individuales para que consigan «ser normales». El modelo psicopedagógico excluye y etiqueta, permitiendo que se les ningunee de forma continuada. La inclusión es entonces un premio, no un derecho.

La respuesta educativa en este modelo es una respuesta individualizada, centrada en las necesidades educativas, porque el problema está en la persona, en lo que ella no es capaz de hacer. Este modelo no garantiza una educación inclusiva, equitativa y de calidad, al excluir y segregar al alumnado. 

La segunda norma está relacionada con el cambio de mirada, con reconocer y reflexionar sobre las barreras para la presencia, la participación y el aprendizaje de todo el alumnado, para  eliminarlas y transformarlas en facilitadoras, como me comentaba el otro día mi amigo Víctor Rodríguez (@Victorod1).

Esta segunda norma pone el énfasis en el contexto, en las barreras, en los prejuicios, en las actitudes negativas y en la exclusión por parte de la sociedad de determinadas personas que son distintas a ellas. Esta mirada excluyente supone una barrera importante para lograr la inclusión plena de todas las personas en la sociedad. 

Es evidente entonces que este cambio es revolucionario, que exige cambiar estructuras organizativas en los centros educativos y prácticas educativas en las aulas; pero es una necesidad urgente y toda la sociedad debe apoyarlo. 

PROPUESTAS para el cambio y la transformación. 

  • Un liderazgo de la Administración con propuestas, leyes, normativas realmente inclusivas que apuesten por un modelo social no excluyente, donde el adjetivo inclusivo no sea solo eso, un adjetivo. 
  • Aclarar conceptos. Es necesario dar el significado que tiene a la inclusión, qué es y qué significa, qué es y qué supone hablar de ajustes razonables, de educación inclusiva, de integración, de diseño universal para el aprendizaje, de apoyos… Hablar todas las personas el mismo idioma evita agotar discursos. 
  • Hablar de ética de la inclusión nos permite sensibilizarnos con el tema, cambiar la mirada y eliminar barreras. Muy interesante para trabajar en esta línea, la guía REINE «Reflexión Ética sobre la Inclusión en la Escuela» editada en el 2009 por FEAPS. 
  • Equipos directivos inclusivos que lideren el cambio educativo. En una entrada sobre este tema hablaba de que es indiscutible la importancia que el director o directora de un centro tiene en el devenir del mismo. Un tipo de liderazgo u otro condiciona el que las culturas, políticas y prácticas de un centro sean inclusivas o segregadoras. Decálogo del líder educativo inclusivo
  • Equipos directivos y equipos de orientación deben ir de la mano liderando los cambios organizativos, con el objetivo de que la inclusión llegue al corazón de los centros educativos. El papel de la orientación debe cambiar y ayudar a la transformación, los equipos de orientación son palancas de cambio en este proceso transformador, deben cambiar el modelo psicopedagógico anclado en los años 90 y abrirlo al modelo social que se centra en cómo modificar el contexto discapacitante que impide participar y obtener logros a todo el alumnado. Antonio Márquez (@AMarquezOrdonez) explica en su entrada  «WorkShopOrienta: el estallido de los silenciados», los cuatro enfoques necesarios para una evaluación psicopedagógica centrada en el contexto.
  • Trabajar juntos para crear redes. Cuando hablamos de educación inclusiva hablamos de participación real de toda la comunidad educativa. Es necesario crear redes de apoyo en los centros educativos, de forma que nuestros centros se constituyan en una verdadera comunidad de apoyo.
  • En su blog Accesibilidad e Inclusión, José Alfredo Espinosa (@jespin5) reflexiona sobre «La importancia de trabajar juntos«, más allá de la propia comunidad educativa, destacando la necesidad de crear espacios que permitan dar voz y visibilidad a todas las acciones inclusivas. Espacios de conocimiento e inquietudes compartidas, de buenas prácticas e ilusión. 
  • Caminar juntos universidad y centros educativos, con la idea de evidenciar que las metodologías para la inclusión son una realidad, que la forma de enseñar puede ser una barrera salvable y que las prácticas inclusivas permiten que todo el alumnado esté presente participando y obteniendo logros en el aula. 
  • Crear un Observatorio para la Inclusión en los propios centros educativos, donde se pongan en valor las buenas actuaciones que allí se hacen y permiten que sea un centro acogedor y seguro para todo el alumnado, un centro que abre las puertas al entorno y la participación. Un Observatorio formado por miembros de toda la comunidad educativa, que no se centra en lo punitivo, en lo que haces mal, sino que evidencia las buenas prácticas, que las comparte y divulga e incluso crea materiales.
  • Visibilizar las buenas prácticas inclusivas nos hace ver que la educación inclusiva «ES POSIBLE». Rodrigo J. García en Escuelas en Red, visibiliza la innovación educativa sin olvidar nunca la inclusión. El Proyecto Colaborativo «Pedagogía Inclusiva. Escuelas inclusivas» hace resúmenes mensuales sobre inclusión, escuelas inclusivas y pedagogías inclusivas, y cartografía los centros inclusivos; en twitter está como Escuelas Inclusivas (@Escu_Inclusivas) Son algunos de los ejemplos. 

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Vídeo sobre el texto:

Un paso a la acción. Líneas de reflexión sobre la educación inclusiva.

 

Apoyo es el acto de prestar ayuda o asistencia a una persona que la requiere para realizar las actividades cotidianas y participar en la sociedad (3)

El uso del adjetivo inclusivo/inclusiva está de moda. Se une indistintamente a educación, centro educativo, actividad, lenguaje, deporte, sociedad… de forma habitual, para dar énfasis en la aceptación de todos, en la no exclusión. Pero la realidad es bien distinta. Ni la educación, ni los centros educativos, ni las actividades, ni el lenguaje, ni el deporte, ni la sociedad serán verdaderamente inclusivos si no somos capaces de cambiar la mirada, de ver capacidades donde otros ven discapacidades; de ofrecer contextos flexibles que permitan que todas las personas puedan participar y obtener logros, contextos donde no existan barreras que les impida estar, participar, sentirse acogidos y poder desarrollar así, su pleno potencial.

Si en educación nos centramos en la discapacidad, si nos fijamos únicamente en lo que las personas no saben hacer, decir o realizar, si la respuesta sigue siendo segregadora y terapéutica, entonces tenemos un problema, un problema conceptual que es necesario aclarar y leer en el post aclarando conceptos, antes de pasar a la acción.

PRIMERA REFLEXIÓN.  El modelo social sobre el que se apoya la educación inclusiva se basa en un cambio de mirada de la discapacidad, poniendo el énfasis en el contexto, en las barreras, en los prejuicios, en las actitudes negativas y en la exclusión por parte de la sociedad de determinadas personas que son distintas a ellos. El modelo inclusivo no niega que haya diferencias individuales, puesto que todas las personas somos únicas y diferentes; este modelo se centra en que es la sociedad la que promueve la exclusión, en que la discapacidad es una construcción social, y que la inclusión no es un premio sino un derecho. De esta forma, la exclusión estaría por lo tanto en nosotros mismos, en nuestra mirada. Nacho Calderón lo explica de una forma muy poética cuando señala que «la discapacidad no está en un cuerpo, sino al menos, entre dos cuerpos».

Las barreras que pone la sociedad a la discapacidad, las barreras que ponemos los docentes a una educación inclusiva de calidad para todo el alumnado, pueden ser barreras físicas o mentales, visibles o invisibles, conscientes o inconscientes, pero en cualquier caso son barreras que debemos eliminar y que deben constituir por lo tanto nuestra primera reflexión.

¿En mi aula, en mi centro, hay barreras a la participación, a la presencia? ¿Las pongo yo? ¿Todo el alumnado del aula, del centro, participa, está presente? ¿Tengo siempre altas expectativas para todo el alumnado? ¿Ofrezco posibilidades para que los estudiantes se ayuden mutuamente? ¿Fomento la colaboración en el aula? ¿Los estudiantes tienen la seguridad de que recibirán ayuda si tienen dificultades? ¿Fomento la cultura de la colaboración en el aula, en el centro? ¿Cómo es mi mirada, dónde veo las discapacidades? 

PROPUESTAS PEDAGÓGICAS. El cambio de mirada. 

Es importante trabajar en el aula el cambio de mirada con actividades que impliquen reflexionar y dialogar sobre ello, fomentando de esta forma el pensamiento crítico en todo el alumnado, unas actividades que buscan que el alumnado reflexione, comprenda, argumente y contraargumente, emitiendo juicios de valor.

SimplicityUn ejemplo de estas actividades sería el mapa inclusivo de la empatía a partir de libros, vídeos o situaciones que nosotros planteamos como hipotéticas y sobre las que podemos reflexionar; es interesante que en el mapa de la empatía los alumnos descubran las barreras que existen y sobre todo que hagan propuestas sobre cómo derribarlas o eliminarlas; o las siempre interesantes tertulias literarias dialógicas a partir de libros como La lección de August o la película Wonder. En el blog Wonderpeli, encontraréis propuestas de actividades para trabajar en el aula y en la familia después de la lectura del libro o del visionado de la película.

 

Apoyo es el acto de prestar ayuda o asistencia a una persona que la requiere para realizar las actividades cotidianas y participar en la sociedad (1)

Que la educación inclusiva, equitativa y de calidad es un derecho, como también lo es asegurar los ajustes razonables y los apoyos adecuados para fomentar al máximo el desarrollo académico y social en todo el alumnado (1), es algo que ya a estas alturas del siglo XXI debería ser conocido por todos los docentes, y sin embargo la realidad te dice que eso no es cierto.

No solo se utiliza el adjetivo inclusión para asociarlo a prácticas segregadoras, sino que se cometen injusticias abanderadas por el calificativo inclusivo. Estas reflexiones son importantes para comenzar a cambiar, es necesario pararnos a pensar y a repensar para comenzar así a ser conscientes de que en ocasiones no estamos garantizando el derecho a una educación inclusiva, equitativa y de calidad. Y no lo estamos haciendo cuando retiramos los apoyos, cuando no los ofrecemos o cuando no los gestionamos adecuadamente; cuando pensamos que un aula específica o un aula de educación especial en si mismas ya son una respuesta inclusiva; cuando no hay nada que ajustar porque se piensa que algunos alumnos ni saben, ni pueden ni quieren; cuando solo realizo adaptaciones significativas que condenan al alumnado a una vida de pobreza y miseria. Pero también cometo injusticias cuando asocio el apoyo única y exclusivamente con el profesorado especialista en pedagogía terapéutica y audición y lenguaje o compensatoria y luego en clase estos alumnos tienen currículos paralelos que condicionan su participación en las dinámicas que se hacen en las aulas; o puedo caer también en el error de considerar que apoyo es sinónimo de los recursos que deben ofrecernos las Administraciones y cuando no tenemos esos apoyos decimos que este niño o este joven, estaría mejor en otro centro con más recursos; o… cuando encontramos otras muchas razones para no asegurar ni los apoyos ni los ajustes que por ley les corresponden.

SEGUNDA REFLEXIÓN. La relatora de las Naciones Unidas (2) define el apoyo como «el acto de prestar ayuda o asistencia a otra persona para que pueda realizar actividades y pueda participar en el aula». La educación inclusiva se basa en una concepción humanista de la educación que se centra en la perspectiva de los Derechos Humanos y de la justicia social. El modelo social en el que se mueve la educación inclusiva habla de eliminar barreras para crear contextos acogedores y seguros para todo el alumnado. Tendremos alumnos y alumnas en nuestros centros  educativos que necesiten siempre un apoyo, una ayuda, para participar significativa y plenamente en el aula, otros que necesiten el apoyo puntualmente, otros que no lo necesiten, pero siempre nos basamos en la ayuda, en la colaboración. El apoyo en la educación inclusiva es por lo tanto ayudar, colaborar, construir juntos partiendo de la capacidad. Ofrecer un apoyo de calidad es un derecho y en ocasiones es imprescindible para que todo el alumnado pueda participar activamente en el aula. La falta de apoyos adecuados supone por lo tanto segregar, cometer injusticias y poner barreras a la presencia, participación o aprendizaje, de una forma consciente.

¿Entiendo entonces que apoyo son todas las actuaciones y actividades que el docente pueda realizar para dar una respuesta inclusiva a todo el alumnado y que le permitan entonces participar en el aula? ¿El apoyo es además colaborar, ajustar el contexto, trabajar entre iguales, eliminar barreras o el apoyo es solo estar en el aula junto a un alumnado concreto? ¿El apoyo son solo recursos materiales y personales? ¿Los apoyos ayudan a eliminar barreras?

HACIA UNAPROPUESTAS PEDAGÓGICAS. Apoyos para incluir a todo el alumnado.

Debemos hacer que nuestros centros educativos se constituyan en una verdadera comunidad de apoyo. Que formen una red que se presta ayuda para que todo el mundo pueda participar. De esta forma el apoyo no se centra únicamente en un profesorado concreto, sino que alumnado, profesorado, familias, comunidad educativa en general, colaboran para ayudar con propuestas claras. La cultura de la colaboración impregna de esta forma todas las actuaciones que allí se desarrollan.

La autonomía pedagógica, de gestión y de organización de los centros implica la elaboración de unos documentos institucionales que deberán basarse en el enfoque inclusivo. Estos documentos, como el Proyecto Educativo de Centro desde un enfoque inclusivo, Plan de Atención a la Diversidad desde un enfoque inclusivo o el Proyecto de Dirección desde un enfoque inclusivo, son documentos que determinan las señas de identidad de un centro y que van a condicionar todas las actuaciones que allí se hagan.

 

Apoyo es el acto de prestar ayuda o asistencia a una persona que la requiere para realizar las actividades cotidianas y participar en la sociedad (2)

En la normativa actual todavía se habla de adaptaciones curriculares y no de diseño universal, se sigue centrando el foco en la discapacidad (cuestionando incluso en ocasiones las capacidades de determinado alumnado), en las necesidades educativas que en ocasiones son «especiales», en las carencias y deficiencias, para que luego el profesorado, teniendo en cuenta las características individuales del alumnado y su contexto, haga una adaptación al currículo, una adaptación que el niño o niña pocas veces compartirá con el resto del alumnado, tendiendo de esta forma a dar una respuesta individualizada, segregadora y rígida, que ni cambia ni modifica el contexto ni elimina las posibles barreras a la presencia, a la participación y al aprendizaje, ni mucho menos permite la participación activa y significativa en el aula, ni la socialización de este alumnado.

Se observa entonces un baile entre el modelo social por el que aboga la educación inclusiva y el modelo psicopedagógico de la normativa actual. Un modelo este último que nace en la década de los 90 y que prácticamente no ha cambiado nada desde entonces. Un modelo que se basa en las necesidades educativas, que adapta el currículo, que lleva asociado unos recursos personales y cuya intervención, en muchos casos, continúa siendo segregadora. Un modelo que sigue asociando la atención a la diversidad con un profesorado concreto, como si la respuesta educativa solo dependiese de esos profesores, y que lleva la coletilla de «terapéutica» como si de un modelo rehabilitador se tratase.

TERCERA REFLEXIÓN. Desde que en 1985 comenzase de forma experimental el programa de integración, basado en el principio de normalización e integración, hasta ahora, poco o muy poco han cambiado las prácticas y los centros educativos y ¡han pasado más de treinta años!.

Sigue existiendo un profesorado especialista en pedagogía terapéutica y audición y lenguaje para atender a un alumnado con unas necesidades educativas «especiales». Estas intervenciones suelen realizarse habitualmente fuera del aula, enfatizando así en el término «especiales». Son apoyos puntuales, con un número de sesiones concretas a la semana. En otros centros existe también la figura de profesorado de compensatoria, que trabaja con el alumnado en situación de desventaja social, pero con la misma dinámica y apoyos que la descrita anteriormente.

Y en el resto de las sesiones… ¿Qué hace este alumnado? ¿Participa de las actividades que se realizan en el aula, hace otras tareas o lleva otro currículo paralelo? ¿Participa en actividades grupales y colaborativas en el aula? ¿Comparte sus conocimientos y habilidades? ¿Se ofrece ayuda a los demás de forma habitual?

Y el profesorado… ¿Cómo atiende la diversidad cuando está en el aula? ¿Asegura los ajustes razonables a todo el alumnado? ¿Qué apoyos les ofrece? ¿Tiene en cuenta un diseño universal para el aprendizaje?

Y el centro… ¿Cómo organiza los apoyos? ¿Sus documentos institucionales son inclusivos? ¿Gestiona la autonomía pedagógica, de gestión y de organización de una forma inclusiva? ¿Existe una verdadera comunidad de apoyo o se centra el apoyo solo en un profesorado concreto?

4PROPUESTAS PEDAGÓGICAS. Diseño Universal para el Aprendizaje.

Desde el modelo social sobre el que se sustenta la educación inclusiva, la rigidez del currículo y el dominio o no de metodologías inclusivas por parte del profesorado suponen una barrera para la participación y el aprendizaje de todo el alumnado.

Por lo que para facilitar una respuesta inclusiva es necesario que  todo el profesorado conozca y domine medidas curriculares y metodológicas que faciliten el mayor grado de participación y aprendizaje de todos en el aula. Estas medidas para dar respuesta al derecho a la inclusión deben formar parte de los itinerarios formativos y de los documentos institucionales de los propios centros educativos.

Una propuesta sustentada en el Diseño Universal de Aprendizaje se basa en la necesidad de tener en cuenta a todo el alumnado desde el mismo momento de la programación, para poder así hacer los ajustes necesarios que eviten posteriores adaptaciones.

Un paso a la acción es un compromiso de todos, no únicamente de la Administración con sus normativas, ¡que, por supuesto, son importantes! sino también del propio profesorado. No olvidemos que la respuesta educativa inclusiva es un tema que atañe a todo el profesorado y que «atender la diversidad», es atender a todo el alumnado, no solo al que tiene necesidades educativas.

Un cambio de mirada que ponga el énfasis en el contexto discapacitante y no en la persona con discapacidad y un cambio en la concepción del apoyo son dos aspectos necesarios e imprescindibles para esta #RevoluciónInclusiva que ya está en marcha. Esta respuesta educativa inclusiva debe poner el punto de vista en la colaboración, en la ayuda mutua, debe tejer redes naturales de ayuda que se apoyen en el vínculo y el cuidado, en el aprendizaje dialógico, en el respeto, en los derechos humanos y en la justicia social.

La #RevoluciónInclusiva supone una concepción holística y humanística de la educación, donde todo el mundo es acogido y siente que pertenece al grupo, donde todas las personas pueden ser y estar sin necesidad de tener que incluirse, porque ya son personas y ya están participando, donde todo el mundo aporta, participa y brilla, donde se valora y se aprende de la diferencia. Una educación para todos y con todos. 

 

 

 

(1) Artículo 24 de la Convención Internacional de los Derechos de las personas con discapacidad, que España aprueba y ratifica pasando a formar parte de su ordenamiento jurídico. España se compromete así a cumplirla, observarla y hacer que se cumpla.

(2) Naciones Unidas (2016). Informe de la Relatora Especial sobre los derecho de las personas con discapacidad. Número de publicación A/HRC/34/58. Recuperado de https://www.dropbox.com/s/qa7cjpn9cvcyhq2/INFORME%20RELATORA%20APOYOS.pdf?dl=0