Diseño Universal para el Aprendizaje, una respuesta inclusiva.

La educación inclusiva se basa en el modelo social de la discapacidad, que aunque tiene sus orígenes en los años 60, no será hasta la década de los 80 cuando comience a tener auge. Este modelo no se centra en el déficit, ni en la discapacidad de la persona para «curarla», sino que pone el énfasis en el contexto, en las barreras, en los prejuicios, en las actitudes negativas y en la exclusión por parte de la sociedad de determinadas personas que son distintas a ellas. Si este modelo lo llevamos a la educación, es en el contexto, en la eliminación de barreras, donde debemos poner la mirada para dar una respuesta inclusiva, equitativa y de calidad a todo el alumnado. Y ahora pregunto: ¿Qué hay más rígido que el currículo? ¿Qué prejuicio es más limitante que las bajas expectativas? ¿Qué es más excluyente que sacar al alumnado de las aulas?.

En una entrada anterior explicaba que la inclusión nunca tiene que ser un premio, la inclusión es un derecho, como también lo es asegurar los ajustes razonables y los apoyos adecuados para fomentar al máximo el desarrollo académico y social de todo el alumnado, tal y como aparece en el artículo 24 de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad. Si ahora reflexionamos sobre todo lo escrito, si somos conscientes de que el currículo es una barrera al aprendizaje y por ende a la participación y que puede suponer un contexto muy discapacitante para algunos niños y niñas, si somos conscientes de que la cultura del apoyo y del cuidado deben formar parte del día a día del aula frente a la cultura de la compasión y la pena y si somos conscientes de que asegurar ajustes es un derecho y con los derechos no se negocia, entonces es el momento de pasar a la acción y de avanzar en la inclusión. Este paso, que nos permite caminar hacia el horizonte utópico de la educación inclusiva, supone propiciar actividades ricas, tareas contextualizadas, aprendizajes enriquecidos que propicien el pensamiento crítico y creativo y que tengan en cuenta a todo el alumnado siempre; supone no solo aprender, sino ser competente para desenvolverse eficazmente; supone estar presente y participar en las actividades del aula; en definitiva, supone caminar juntos.

No es la primera vez que comento que las metodologías inductivas son medidas metodológicas inclusivas que van a permitir que todo el alumnado participe. Estas metodologías (aprendizaje basado en proyectos, aprendizaje basado en problemas, aprendizaje basado en retos…) insisten en que sea el propio alumnado el que construya el conocimiento partiendo de un reto, una pregunta o una situación problemática, fomentando así el trabajo en equipo y permitiendo la transferencia y aplicación de conocimientos en otras situaciones. Pero la propuesta hoy es otra: hagamos las programaciones de aula con la metodología inclusiva que consideremos más adecuada, teniendo en cuenta el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), para no dejarnos nunca a nadie atrás, para hacer siempre propuestas inclusivas y ajustadas a todo el alumnado, para no hacer adaptaciones curriculares posteriores, para caminar hacia la inclusión.

Serán programaciones inclusivas que tendrán en cuenta la enseñanza multinivel y cuyos estándares de aprendizaje estarán formulados desde la perspectiva del DUA, es decir, redactados de forma flexible y variada para que puedan ofrecer a todos los estudiantes la oportunidad de alcanzarlos. Serán programaciones inclusivas que no dan la espalda a las propuestas pedagógicas actuales, sino que se apoyan en ellas para eliminar la exclusión en la escuela y desde la escuela.

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El Diseño Universal para el Aprendizaje nos sirve de guía para conseguir esto y más, nos ayuda a hacernos conscientes de dónde estamos y dónde debemos llegar en nuestro camino hacia la inclusión, nos marca pautas para lograrlo y puntos de verificación que nos hacen reflexionar sobre posibles ajustes y que van a permitir que todo el alumnado obtenga aprendizajes exitosos de calidad.

Basado en fundamentos neurocientíficos, el Diseño Universal para el Aprendizaje relaciona las tres redes neuronales con tres principios y sus respectivas pautas y puntos de verificación que ayudan a reflexionar sobre los ajustes razonables que podemos hacer.

PRIMER PRINCIPIO. Proporcionar múltiples formas de implicación en la práctica docente.

8Se centra en la MOTIVACIÓN como elemento esencial en el aprendizaje, en el porqué del aprendizaje. Por ello, como docente debo hacerme algunas cuestiones: ¿Cómo voy a motivar a todo el alumnado? Y sobre todo, ¿cómo voy a mantener su atención? Este aspecto es muy importante, puesto que se refiere no solo a la motivación externa sino también a la motivación interna.

Este principio nos dice que en la misma programación de aula tengamos en cuenta estrategias para la autorregulación, el aprendizaje autónomo y la metacognición. Hablamos de conocer los errores y de aprender de ellos, de introducir la evaluación en el propio proceso de aprendizaje con propuestas de autoevaluación y coevaluación, de escribir diarios de aprendizaje o trabajar con portafolios, entre otras pautas docentes.

Pero este principio también tiene en cuenta el trabajo en equipo y de la gestión de las emociones, entendiendo la importancia no solo de las interacciones dialógicas en el aprendizaje de todo el alumnado, sino también de que el diálogo que se establezca esté basado en una relación de igualdad y no de poder, lo que enfatiza en la idea de inclusión y de reconocimiento de todas las personas.

¿Qué propuestas pedagógicas actuales pueden encajar dentro de este principio? Tanto la gamificación como el escape room nos van a  proporcionar múltiples formas de implicación. 

SEGUNDO PRINCIPIO. Proporcionar múltiples formas de representación, porque no todas las personas percibimos y comprendemos la información igual.

11Se centra en EL QUÉ DEL APRENDIZAJE, en que el aprendiz sea capaz de identificar los recursos adecuados, de reconocerlos, ofreciendo más opciones de acceso real al aprendizaje.

Este principio nos indica que como docentes debemos asegurarnos de que todo el alumnado nos entiende y comprende, de que todo el alumnado perciba la información.

Para ello, en el momento en que estemos diseñando la programación de aula, debemos tener en cuenta la presentación de la información, de forma que tal y como se contempla en los Hábitos de la Mente, de Arthur Costa, puedan «recabar los datos por todos los sentidos»; ayudar a la transferencia del conocimiento utilizando organizadores gráficos para activar conocimientos previos o agrupar la información; tener en cuenta también que es necesario utilizar distintos formatos de presentación de la información, no solo el texto escrito; y muy interesante en este principio, el tema de la lectura fácil para hacer más accesibles los textos y/o vídeos que se van a trabajar en el aula.

Propuestas pedagógicas actuales que encajan dentro de este segundo principio:  Modelo flipped classroom para activar conocimientos previos, Realidad Aumentada para proporcionar opciones para la percepción y Visual Thinking para maximizar la memoria, la transferencia y la generalización. 

TERCER PRINCIPIO. Proporcionar múltiples formas de Acción y Expresión. 

14El tercer principio se centra en CÓMO APRENDER, en el estudiante orientado a cumplir metas. Este principio permite que cada estudiante interaccione con la información y sea capaz de demostrar el aprendizaje de acuerdo con sus propias habilidades estratégicas.

Aquí nos debemos centrar en cómo los alumnos nos muestran la información, posibilitando que utilicen la tecnología, los dibujos, el cuerpo… Pero también nos centraremos en trabajar las funciones ejecutivas de todo el alumnado en el aula, de forma que en la propia programación proporcionemos opciones para trabajarlas, opciones para la presentación de la información utilizando múltiples medios de comunicación, o múltiples herramientas tecnológicas.

En este principio se proporcionan también todas las herramientas, productos y tecnologías de apoyo que el alumnado necesite, porque la educación inclusiva no es un premio, es un derecho.

Propuestas pedagógicas actuales que encajan dentro de este principio: Mobile learning que proporciona opciones para la interacción física, Aprendizaje basado en el pensamiento y el pensamiento computacional que apoyan la planificación y el desarrollo de estrategias.

Para saber más:

Alba, C. (2016). Diseño Universal para el Aprendizaje: Educación para todos y prácticas de enseñanza inclusivas. San Sebastián de los Reyes, Madrid: Morata.

4 comentarios en “Diseño Universal para el Aprendizaje, una respuesta inclusiva.

  1. Hola Coral, he leido sobre el DUA. Si contrastamos sus planteamientos con el diseño y desarrollo curricular propuesto desde una racoonalidad práctica y constructivista, el DUA termina siendo es una propuesta basada en la instrucción. Gracias y enhorabuena por el blog.

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  2. Buen, artículo. Muy interesante a mi parecer. Bastante actual, porque nos incita a auto evaluar como desarrollamos nuestra didáctica y metodología. Lo he compartido en las redes de mis compañeros de profesorado. Saludos

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  3. Pingback: DUA | Pearltrees

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