Webinar 36 concurso escolar ONCE. DUA, Diseño Universal para el Aprendizaje

«Hablar del Diseño Universal para el Aprendizaje es hablar del nuevo paradigma de la educación. Un paradigma que entiende la variabilidad humana y ofrece las pautas para diseñar en función de ella; que tiene sus raíces en la psicología cognitiva y la pedagogía permitiendo al docente crear ambientes de aprendizaje flexibles» (Canal de youtube 36 Concurso ONCE)

Bases del concurso en la web https://www.concursoescolaronce.es/bases-del-concurso/

Aprendizaje de calidad. Taxonomía SOLO

Para ayudarnos en educación utilizamos las taxonomías. Taxonomía tiene su origen etimológico en el griego antiguo ταξις  “ordenamiento”, y νομος, nomos, «norma» o «regla», una taxonomía es por lo tanto una regla de la ordenación o clasificación. En educación se utiliza para denominar un proceso de clasificación y ordenamiento que sirve para organizar diferentes tipos de conocimiento. La taxonomía de Bloom es una taxonomía muy conocida en el mundo de la educación y muy valorada por los docentes, la taxonomía SOLO tiene mayor aplicación en la enseñanza universitaria y es una gran herramienta que nos puede ayuda a  clasificar los aprendizajes esperados desde los niveles más concretos y cuantitativos, a los niveles más abstractos, cualitativos y complejos, es además una teoría sobre la enseñanza y el aprendizaje que proporciona feedback o retroalimentación. En esta entrada me centraré en esta última.

La taxonomía SOLO (Structure of Observed Learning Outcome) elaborada por Biggs y Collis en 1982, se basa en la importancia de analizar y reflexionar sobre los resultados observables del aprendizaje que los sitúa en niveles de complejidad cognitiva ascendente, tal y como se observa en la imagen. Resulta entonces de gran utilidad tanto para el profesorado como para el alumnado, para el primero porque permite conocer los niveles de pensamiento para trabajar sobre ellos con el andamiaje necesario, y para el segundo porque le permite reflexionar sobre ellos, aprender a aprender y avanzar hacia el aprendizaje profundo.

Los autores establecen cinco niveles: preestructural, uniestructural, multiestructural, relacional, abstracta ampliada (Biggs, 2006, pág. 71) que van de un conocimiento superficial a un conocimiento más profundo. «La comprensión profunda y superficial lleva de forma conjunta a la comprensión conceptual» (Hattie, 2017, pág. 80)

Define

 

¿Cómo puede ayudarnos esta taxonomía para garantizar una educación inclusiva equitativa y de calidad a todo el alumnado?

En primer lugar como docente me ayuda a conocer el nivel en el que se encuentra mi alumnado y poder partir de él. Con el DUA hablamos de captar el interés, de ofrecer diferentes niveles de desafío, de marcar e identificar las metas y objetivos de forma clara y que estos se gradúen. Pero también de activar conocimientos previos, de ofrecer ajustes, estrategias de aprendizaje y apoyos que permitan a todo el alumnado conseguir una comprensión profunda y superficial de los conceptos y lograr el éxito.

Me ayuda también a diseñar un aula diversificada donde todo el alumnado trabaja en su nivel o incluso uno por encima marcando retos y desafíos con agrupamientos diferentes.

Me ayuda a trabajar competencialmente, ofreciendo opciones para la interacción con el conocimiento, ofreciendo múltiples formas para la práctica, me ayuda a conocer qué están aprendiendo y poder ofrecerles el andamiaje necesario para construir el conocimiento con un feedback continuo.

Me ayuda a ser consciente de mis programaciones didácticas y revisar si desarrollan un aprendizaje profundo, si promueven la evaluación auténtica, si integran estrategias de pensamiento, si se desarrolla en el aula un lenguaje para ello, si promueve la reflexión sobre el impacto de mis prácticas.

Pero esta taxonomía también es muy interesante, para el alumnado, porque de una forma sencilla y clara ayuda al alumnado principiante (que no comprende, que se centra en no cometer errores) a avanzar en el aprendizaje. Comienza siendo un aprendiz que identifica, memoriza y recupera la información de la memoria para ofrecer respuestas cuantitativas y de esta forma ir adquiriendo cierta capacidad que permita minimizar los errores y mejorar la práctica hacia la competencia, para finalmente ser capaz de automatizar la ejecución, autorregulándose, relacionando los conceptos aprendidos y utilizándolos en situaciones nuevas. Este aprendiz incrementa cualitativa y cuantitativamente la comprensión de los elementos y la relación entre ellos.  A medida que aumenta el nivel de comprensión aumenta también la complejidad de los procesos cognitivos implicados en el aprendizaje.

También le ayuda a aprender a aprender, utilizado como recurso de autoevaluación, porque le permite identificar el nivel de pensamiento en el que se sitúa, conocer sus fortalezas y debilidades, autorregularse, ser persistente y mantener el esfuerzo.

Hattie (2017) con sus investigaciones comprobó que los efectos que el feedback posee en el aprendizaje tiene un tamaño de efecto de 0,79, dos veces el efecto medio del resto de los efectos de la enseñanza, resultando ser uno de los más poderosos mediadores del aprendizaje. Explica que el feedback propone reducir la diferencia entre donde está el alumno, la alumna y dónde se pretende que esté. Si la taxonomía SOLO puede ayudarme a conocer dónde está, ¿te animas a un aprendizaje de calidad?

End of season sale!

 

 

 

 

Libros citados:

Biggs, J. (2006). Calidad del aprendizaje universitario. Madrid: Nacea.

Hattie, J. (2017). «Aprendizaje visible» para profesores. Maximizando el impacto en el aprendizaje. Madrid: Ediciones Paraninfo.

 

Diseño Universal para el Aprendizaje y Aprendizaje Visible.

Metáfora

Hablar de educación inclusiva es hablar de una educación para todos y con todos, de una concepción humanista de la educación donde la persona está en el centro, de altas expectativas para todo el alumnado, de diálogo igualitario, de respeto, de justicia, de compromiso y pasión, de confianza y cuidado. Hablar de educación inclusiva es hablar de eliminar las barreras al aprendizaje, de  ofrecer una educación de calidad a todo el alumnado implementando en el aula prácticas eficaces, de ofrecer recorridos diversificados que permitan «Aprender juntos alumnos diferentes» como decía Pere Pujolàs.

Hablar de educación inclusiva es hablar de EDUCACIÓN con mayúsculas, es hablar de una educación que conjuga aspectos cognitivos, emocionales y éticos donde el clima del aula, los sentimientos, las emociones, las actitudes, la motivación y el interés, son puntos clave, donde los errores son permitidos y donde todas las personas son acogidas.

En una entrada anterior, expliqué que el Diseño Universal para el Aprendizaje es y debe ser el paradigma educativo actual, el marco que nos «ofrece entornos comprensibles, accesibles, utilizables por todas las personas, impulsando la red afectiva en la educación y eliminando las barreras al aprendizaje que muchos niños y niñas tienen».

En el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) se contemplan varios de los factores investigados por John Hattie durante 15 años a través de más de 900 meta-análisis y que ha demostrado que funcionan en el aula con un impacto alto en la educación (1). En su proyecto titulado Visible Learning explica que «la enseñanza y el aprendizaje visible exigen un compromiso de ir marcándose mayores desafíos» de forma que la vinculación entre reto y feedback es directa y ayuda a mejorar la persistencia, la autorregulación y la motivación.

Otro poderoso indicador es la instrucción directa, que no debe confundirse con la transmisión directa de la clase dirigida. En la instrucción directa hay intenciones de aprendizaje claras, con objetivos y rúbricas compartidas, motivación, guías y apoyos, práctica guiada con feedback, una actividad de cierre que ayude a organizar el aprendizaje, a consolidarlo y reforzar los puntos más importantes y la metacognición que permite reflexionar sobre lo aprendido.

La relación entre el profesor y el alumno tiene también un gran impacto. El desarrollo de un clima socio-emocional en el aula, donde la confianza y los errores estén permitidos, donde exista un clima positivo, respetuoso, que valore el esfuerzo y la implicación de todos alumnos es uno de los factores más importantes en la promoción del aprendizaje.

Se comprobó también que los efectos de los compañeros son altos, por lo que promover en el aula las redes naturales de apoyo es una práctica muy efectiva. Como también lo es conocer lo que el alumnado sabe y puede hacer, conocer los conocimientos previos es un poderoso indicador de los resultados de las lecciones. Hablar del DUA es hablar de una enseñanza multinivel, que contemple que se puede comenzar por distintos puntos de partida y progresar de forma diferente a través de distintos recorridos. Recorridos que se diseñan ofreciendo múltiples formas de compromiso, de representación y múltiples formas de acción y expresión.

En esta imagen interactiva se concretan los puntos de verificación del DUA donde aparecen algunos de los factores estudiados por Hattie en su investigación y que aportan evidencias a la educación sobre las estrategias que tienen un mayor impacto.

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(1) Hattie, J. (2017). Aprendizaje visible para profesores. Maximizando el impacto en el aprendizaje. Madrid: Paraninfo