Enero 2023. Diseño universal y ajustes razonables

Comenzamos el calendario con el tema elegido para trabajar este año: Diseño universal y ajustes razonables. ¿Y por qué este tema y no otro? ¿Qué significan exactamente estos dos términos?

Por “diseño universal” se entenderá el diseño de productos, entornos, programas y servicios que puedan utilizar todas las personas, en la mayor medida posible, sin necesidad de adaptación ni diseño especializado. El “diseño universal” no excluirá las ayudas técnicas para grupos particulares de personas con discapacidad, cuando se necesiten.

Por “ajustes razonables” se entenderán las modificaciones y adaptaciones necesarias y adecuadas que no impongan una carga desproporcionada o indebida, cuando se requieran en un caso particular, para garantizar a las personas con discapacidad el goce o ejercicio, en igualdad de condiciones con las demás, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales.

Convención de los derechos de las personas con discapacidad

¿Qué implicación tiene en el aula, en la escuela? Cuando a pesar de un diseño universal la persona requiriera o requiriese de modificaciones y adaptaciones necesarias para garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad en igualdad de condiciones con las demás personas, es nuestra obligación ofrecerle esos ajustes.

Hablar de ajustes razonables es hablar de un derecho del estudiante y una obligación de las escuelas.

Pero para poder comprender todo lo que se va a ir abordando en estos meses en necesario compartir significados: ¿qué entendemos por inclusión? ¿Qué es el capacitismo? ¿En qué enfoque nos movemos?

Hay todavía muchos errores conceptuales entre los conceptos de integración e inclusión que nos impiden avanzar hacia una educación inclusiva. La propia normativa es segregadora y sigue centrada en un modelo que categoriza y que considera lo que es normal y lo que no lo es. A menos que haya un cambio, a menos que nos comprometamos con él, a menos que denunciemos las injusticias y pasemos a la acción, la escuela seguirá siendo opresora e injusta para muchas personas.

Seguimos anclados en un discurso capacitista que considera que las personas que se salen de la norma no pueden ser tan capaces como las demás y que tienen que dejar de ser ellas mismas para aspirar a una «normalidad». Esto ocurre en las aulas cuando dejamos estudiantes en los márgenes porque son diferentes y los atendemos siempre de forma diferente e incluso consideramos que su funcionamiento no es válido, que no son capaces y decimos entonces que son discapaces.

El modelo de la diversidad de Agustina Palacios y Javier Romañach (2006), del que hablaré en el mes de febrero, es una evolución del modelo social y defiende que todas las expresiones de funcionamiento son válidas, superando la dicotomía entre capacidad y discapacidad. Este modelo está basado en la ética de la diversidad, en la dignidad humana y en el diseño universal. Esto supone en primer lugar trabajar con el portafolio de los talentos (mes de marzo) y conocer a la persona, sus competencias, habilidades, fortalezas y características, para luego analizar las barreras al aprendizaje (mes de abril).

Cuando las demandas del contexto son elevadas y superan las competencias, habilidades y características de la persona, cuando hay un desajuste entre la persona y el contexto, se genera una necesidad de apoyo que puede variar en intensidad (mes de mayo)

En los meses de junio, julio, agosto y septiembre se abordarán las medidas que nos van a permitir apoyar el aprendizaje y la inclusión de todo el alumnado bajo los principios de equidad y calidad. Y en los meses de octubre, noviembre y diciembre se analizarán los temas de aulas DUA, evaluación inclusiva y personalización del aprendizaje.

Confío que el calendario de este año te ayude a reflexionar sobre la equidad y la calidad, invitándote a revisar e identificar culturas de exclusión y transformar las prácticas en el aula, que es nuestro gran reto en la actualidad. Puedes descargarte en calendario AQUÍ.

Para Julie Allan (2005) la inclusión es un proyecto ético que implica el compromiso de todas las personas, que nos permite ser optimistas y saber que podemos cambiar. ¿Te unes a la #RevoluciónInclusiva? ¿Te unes al cambio?

Trabajos citados:

Convención de los derechos de las personas con discapacidad

Palacios, A.; Romañach, J. (2006) El modelo de la diversidad. La Bioética y los Derechos Humanos como herramientas para alcanzar la plena dignidad en la diversidad funcional. Ediciones Diversitas

Allan, J. (2005). Inclusion as an ethical project. In Shelley Tremain (ed.), Foucault and the Government of Disability. University of Michigan Press. pp. 281–97.

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Apoyos y calidad de vida para la inclusión real

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“La agenda Educación 2030 parte del hecho de que la educación impulsa el desarrollo transformando vidas” (1); bajo esta premisa he diseñado este calendario, con el objetivo de impulsar con él procesos de transformación hacia la educación inclusiva, con especial énfasis en la inclusión real de los nadies, los ningunos y los ninguneados.

En los centros educativos seguimos anclados en un modelo rehabilitador en el que se decide por el alumnado; nos centramos entonces en la “normalización”, con propuestas que no modifican el contexto (pocas veces hay cambio metodológico u organizativo), y en la “integración” del niño o niña al aula, adaptando el currículo homogéneo a sus necesidades. Esta mirada supone permanecer eternamente en el interregno; el error de normalizar injusticias y la ilusión de estar haciéndolo bien es la principal barrera a la inclusión real.

La educación inclusiva es un proceso que promueve un planteamiento holístico de la educación y que se asienta en principios fundamentales como la equidad, la calidad en la educación, la justicia, la cohesión e inclusión social, la ética, la transcendencia y el bienestar personal. Es un modelo de apoyos, de calidad de vida y un enfoque de derechos humanos. Y este es el tema del primer mes del año: garantizar el derecho (2) a ofrecer los apoyos necesarios y los ajustes razonables para mejorar la calidad de vida de todas las personas.

¿Qué entendemos por apoyos? ¿Y por ajustes razonables? 

La educación inclusiva considera que los apoyos son una herramienta clave para la calidad de vida de las personas y suponen la estrategia que mejora el funcionamiento humano. Con los apoyos se elimina la discrepancia entre las habilidades de una persona y las demandas del contexto. La AAIDD (Asociación Americana de Discapacidades Intelectuales y del Desarrollo) diferencia entre apoyo y necesidades de apoyo y considera que las necesidades de apoyo son un constructo psicológico referido a la intensidad de los apoyos necesarios para que la persona participe en actividades relacionadas con el funcionamiento humano.

Los ajustes razonables son aquellas modificaciones y adaptaciones necesarias que no impongan una carga desproporcionada o indebida para garantizar a las personas con discapacidad, el goce o ejercicio, en igualdad de condiciones que los demás, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales (3).

¿Qué entendemos por calidad de vida? 

Profesorado del presente y del futuro

El concepto de calidad de vida  es definido por Schalock y Verdugo como «Un estado deseado de bienestar personal compuesto por varias dimensiones centrales que están influenciadas por factores personales y ambientales. Estas dimensiones centrales son iguales para todas las personas, pero pueden variar individualmente en la importancia y valor que se les atribuye. La evaluación de las dimensiones está basada en indicadores que son sensibles a la cultura y al contexto en que se aplica (Schalock y Verdugo, 2007, citado en Verdugo, Schalock, Arias, Gómez, & Jordán, 2013, pág. 446)»

Y ahora, ¿qué tenemos que hacer? 

Identificar los apoyos y la intensidad de éstos para realizar una planificación centrada en la persona, una intervención centrada en las fortalezas que promueva la participación de todo el alumnado en el aula.

Este nuevo paradigma implica repensar los apoyos en la educación. Tradicionalmente, el apoyo estaba centrado en un profesional, el profesorado de apoyo; en la actualidad se aboga por identificar y desarrollar las redes naturales de apoyo (apoyos inherentes al entorno: docentes, familias, alumnado, monitoras…) que permitan al alumnado participar en contextos formales e informales y mejorar su calidad de vida.

PASAMOS A LA ACCIÓN

¿TE UNES? 

#2020_ObjetivoInclusión

 

 

 

(1) Organización de las Naciones Unidas para la Educación (2017)

(2) Artículo 24 de la Convención Internacional de Derechos de las Personas con Discapacidad

(3) Artículo 2 de la Convención Internacional de Derechos de las Personas con Discapacidad