He recopilado en mi página web todos los webinares en abierto que he impartido. Os dejo el enlace por si os interesa seguir aprendiendo.
Seminarios Online
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En la Jornada formativa virtual Actívate organizadas por la Dirección General de Innovación e Inclusión Educativa de la Junta de Extremadura celebrada el 4 de junio de 2020, estuve impartiendo una charla sobre el papel de la orientación como agentes de cambio y activadores de la inclusión.
Comparto aquí el genially que aborda este rol ofreciendo propuestas concretas para el aula desde la inclusión:
Y aquí podéis ver la sesión en diferido.
Este calendario pretende abrir debates de reflexión sobre la educación inclusiva, serán 12 meses, 12 temas, 12 compromisos de cambio.
Iré escribiendo en el blog propuestas para trabajar esos temas, propuestas para pasar a la acción, propuestas para salir del INTERREGNO y lograr una inclusión real.
Escribe tus compromisos en las redes con el hashtag #2020_ObjetivoInclusión. Explica tu compromiso, tu propuesta, tu paso valiente.
¿EMPEZAMOS?
Puedes descargarte el calendario en pdf aquí: Calendario 2020. Objetivo inclusión
El Diseño Universal para el Aprendizaje es y debe ser el paradigma educativo actual, implica un cambio de mirada y una nueva visión en la educación; situarnos en este paradigma y conocerlo es una necesidad urgente para poder garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad a todo el alumnado. El Diseño Universal para el Aprendizaje permite hablar de accesibilidad universal en la educación, ofreciendo entornos comprensibles, accesibles, utilizables por todas las personas, impulsando la red afectiva en la educación y eliminando las barreras al aprendizaje que muchos niños y niñas tienen. Bajo este paradigma se sitúa la educación inclusiva, una educación que reduce la exclusión en y desde la educación y que promueve la participación en el aprendizaje de todo el alumnado.
Este paradigma educativo nos ofrece el marco teórico donde asentar las actuaciones y las respuestas inclusivas que demos a todo el alumnado, permitiendo crear desde el inicio programaciones didácticas y entornos de aprendizaje universales y accesibles que evitan modificaciones y adaptaciones posteriores y que eliminan las barreras a la presencia, al aprendizaje y a los logros.
No se trata de una moda ni de un capricho. El Diseño Universal para el Aprendizaje es el paradigma de la educación del siglo XXI que aglutina diferentes modelos y propuestas pedagógicas que permiten dar y garantizar una respuesta inclusiva, equitativa y de calidad a todo el alumnado en el aula. Pero… ¿cómo es la maestra, el profesor, el docente DUA? ¿Cómo es, cómo debe ser el profesorado que utiliza el Diseño Universal para el Aprendizaje en su aula, ese profesorado que piensa siempre en todo su alumnado, que ve sus fortalezas y capacidades, que los hace brillar?
Todo el profesorado llevamos nuestra mochila (1), en ella guardamos nuestra forma de enseñar, nuestra forma de mirar y entender la educación, nuestras creencias y valores, nuestros juicios y prejuicios, nuestras barreras, nuestras fortalezas… Esta mochila, fruto de la experiencia, es difícil de cambiar y en ocasiones contiene prácticas basadas en el error y la ilusión, que producen ceguera, tal y como ya hablé en otra entrada. Cambiar esta mochila, llenarla de propuestas e ideas nuevas, reflexionar sobre ella, es prioritario para caminar hacia la inclusión.
¿Cómo es mi mochila? ¿Cómo es mi metodología? ¿Cómo son mis prácticas educativas? ¿Cómo es mi mirada? ¿Qué es lo que más pesa en mi mochila? ¿Es necesario cambiarlo, modificarlo, quitarlo…? ¿Es necesario mejorarlo, ampliarlo? ¿Sé hacerlo, necesito formación, estoy dispuesta a hacerlo?
¿Cómo debe ser la mochila docente en el paradigma educativo actual? ¿Qué debe contener? ¿Qué lleva en su mochila un docente, una docente DUA?
El o la docente DUA es aquel que lleva en su mochila todo lo necesario para garantizar en las aulas una educación inclusiva, equitativa y de calidad y que conoce y comparte el nuevo paradigma de la educación.
Lleva unas gafas para el cambio de mirada, para ver capacidades y fortalezas, no centrarse solo en el déficit y la discapacidad. Unas gafas que permiten eliminar barreras, cambiar contextos discapacitantes, conjugar aspectos cognitivos, emocionales y éticos.
Unas gafas que permiten tener una visión humanista de la educación, que se centran en la persona, en su calidad de vida, permitiendo ofrecer los ajustes y los apoyos necesarios para garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad.
Lleva empatía, ética, inclusión, diálogo igualitario… Este docente concibe la EDUCACIÓN con mayúsculas, sin adjetivos que la describan o especifiquen, porque la educación debe ser para todos y con todos.
Tiene una visión humanista del desarrollo sostenible y promueve en el aula y en el centro actuaciones encaminadas a empoderar al alumnado, a reflexionar sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, con una visión ecoeducativa que conciencie al alumnado y lo haga reflexionar sobre la necesidad de compromisos personales y de compartir una responsabilidad con un futuro sostenible.
Trabaja de forma colaborativa y promueve la colaboración, tanto en el aula como en el centro educativo, creando redes naturales de apoyo que originen la inclusión y la pertenencia de todo el alumnado en el aula.
Pero por encima de todo es una persona comprometida y dispuesta a empezar a caminar. ¿Me acompañas?
(1) Malpica, F. (2013). Calidad de la práctica educativa. 8 Ideas Clave. Barcelona: Graó
Eduardo Galeano escribió en 1940 un poema sobre Los nadies, y se refiere a ellos como «aquéllos que no son aunque sean, que no hablan idiomas, sino dialectos». Podría reescribirse el texto con otros versos similares: que no hacen música, sino musicoterapia, que no hacen arte, sino arteterapia…. Y retomando los versos de Galeano, «que no tienen nombre, sino número».
¿Qué nos hace pensar esto?
Los nadies en la escuela son todos los niños y las niñas que suponen un número, un número asociado a recursos; pero también son los invisibles, los apáticos, los inconformistas, los inseguros, los vergonzosos, los movidos, los rápidos, los lentos. Todos los que se salen de la norma.
Yo veo dos normas que tal vez coexistan con otras:
Lo que no es normal, es anormal. La relatividad de ambos conceptos no puede determinar que existan los nadies, ni condicionar su futuro. Son conceptos frágiles que están supeditados a la mirada de la sociedad, por lo que cada vez es más necesario repensar la educación para avanzar.
La primera norma se refiere al modelo psicopedagógico que sigue vigente en la actualidad. Un modelo basado en el déficit, en la etiqueta, en informes psicopedagógicos cuantitativos que solo se hacen a los nadies, a los diferentes, a los que no siguen la norma, a los que se salen de ella, donde se etiqueta y se aportan orientaciones individuales para que consigan «ser normales». El modelo psicopedagógico excluye y etiqueta, permitiendo que se les ningunee de forma continuada. La inclusión es entonces un premio, no un derecho.
La respuesta educativa en este modelo es una respuesta individualizada, centrada en las necesidades educativas, porque el problema está en la persona, en lo que ella no es capaz de hacer. Este modelo no garantiza una educación inclusiva, equitativa y de calidad, al excluir y segregar al alumnado.
La segunda norma está relacionada con el cambio de mirada, con reconocer y reflexionar sobre las barreras para la presencia, la participación y el aprendizaje de todo el alumnado, para eliminarlas y transformarlas en facilitadoras, como me comentaba el otro día mi amigo Víctor Rodríguez (@Victorod1).
Esta segunda norma pone el énfasis en el contexto, en las barreras, en los prejuicios, en las actitudes negativas y en la exclusión por parte de la sociedad de determinadas personas que son distintas a ellas. Esta mirada excluyente supone una barrera importante para lograr la inclusión plena de todas las personas en la sociedad.
Es evidente entonces que este cambio es revolucionario, que exige cambiar estructuras organizativas en los centros educativos y prácticas educativas en las aulas; pero es una necesidad urgente y toda la sociedad debe apoyarlo.
PROPUESTAS para el cambio y la transformación.
Vídeo sobre el texto:
Si queremos «Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todo el alumnado» es necesario cambiar estructuras organizativas y prácticas educativas en nuestros centros, es necesario empezar a actuar, pero es necesario sobre todo, concienciarse con ello.
Esta revolución supone no dejar a nadie atrás, supone que todos tenemos las mismas oportunidades, supone una educación de calidad inclusiva con resultados de aprendizaje equitativos y eficaces para todo el alumnado, supone que se promuevan metodologías activas que permitan aprender juntos a alumnos diferentes, supone por lo tanto que se eliminen barreras al acceso, a la participación, a la continuidad, a la finalización…
Pero para lograr esta educación de calidad inclusiva y equitativa, es indispensable que las políticas educativas que lleves a cabo en tu centro tengan por finalidad TRANSFORMAR.
En este vídeo explico qué es la #RevoluciónInclusiva y te invito a participar en ella. ¿Te unes?
El creador del movimiento maker es Dale Dougherty. En 2005 creó las Maker Faires y la revista Make, una feria y una revista trimestral para dar visibilidad a los proyectos DIY (Do It Yourself, Hágalo usted mismo). En la charla TED de 2011, Dale Dougherty dice que «todos somos hacedores. Nacimos hacedores, tenemos esa habilidad de hacer cosas, de agarrar las cosas con nuestras manos… creamos cosas.«
¿Qué supone el movimiento maker en la educación? Supone despertar la curiosidad, fomentar la creatividad, el ingenio; supone explorar y crear. Pero supone, sobre todo, construir conocimiento, compartirlo, desarrollando de esta forma habilidades de pensamiento de orden superior en todo el alumnado, porque «todos somos hacedores, todos tenemos esa habilidad de hacer cosas».
Crear supone combinar elementos en un patrón nuevo, proponer soluciones alternativas. ¿Y qué es eso sino estimular las inteligencias, fomentar el pensamiento crítico y preparar al alumnado para un futuro incierto y cambiante? No olvidemos que uno de los fines de la educación es «la preparación para el ejercicio de la ciudadanía y para la participación activa en la vida económica, social y cultural, con actitud crítica y responsable y con capacidad de adaptación a las situaciones cambiantes de la sociedad del conocimiento» (LOMCE; art. 2.k)
Existe actualmente una tendencia a nivel global de compartir y crear conocimientos. Habitualmente no solo contamos lo que hacemos, sino cómo lo hacemos. Esta es nuestra sociedad, esta es nuestra realidad. Entonces… ¿Por qué no lo hacemos también en las aulas, en los centros educativos? ¿Por qué no ayudamos a todo nuestro alumnado a construir conocimiento y no solo a consumirlo? ¿Por qué no estimulamos la expresión oral y escrita, pero también el lenguaje de la imagen, los medios y la tecnología con el objetivo de desarrollar el pensamiento crítico y potenciar prosumidores (1) frente a consumidores?Y para ello, ¿por qué no les ayudamos a transformar la información en conocimiento, a pensar con eficacia, a hacer preguntas, a entusiasmarse, a aprender de los errores, a conectarse? …
El movimiento maker debe entrar en la educación para quedarse. El movimiento maker permite tocar el mundo que nos rodea y pasar de conocer y recordar a CREAR y CONSTRUIR. Permite aprender haciendo.
¿Y cómo? ¿Qué puedo hacer en el aula, en el centro educativo, para unirme al movimiento maker en la educación, a un movimiento que supone una revolución, una #RevoluciónInclusiva?
EN EL AULA
EN EL CENTRO EDUCATIVO
A MODO DE CONCLUSIÓN, ¿qué supone el movimiento maker en educación?
Básicamente, el movimiento maker supone preparar a todo el alumnado para el ejercicio de la ciudadanía y para la participación activa en la vida económica, social y cultural, con actitud crítica y responsable y con capacidad de adaptación a las situaciones cambiantes de la sociedad del conocimiento, que es uno de los fines de la educación, tal y como he indicado al inicio de este artículo.
Supone desarrollar hábitos de la mente o conductas intelectuales que van a permitir a todo nuestro alumnado ser capaz de enfrentarse a la vida, a tomar decisiones adecuadas, a enfrentarse a las incertidumbres de la sociedad de conocimientos múltiples, pues como dice Edgar Morin (2) «aprender hoy es dialogar con la incertidumbre«.
Hemos visto que por medio del movimiento maker nuestro alumnado crea, inventa, toca el mundo, prosume, sueña, piensa, explora… y con ello desarrollamos hábitos como la persistencia, el manejo de la impulsividad, la habilidad para escuchar con empatía y entendimiento, el pensamiento flexible, la reflexión sobre el propio pensamiento o metacognición, la búsqueda de la precisión, el cuestionamiento y planteamiento de problemas, la aplicación del conocimiento del pasado a situaciones nuevas, el pensamiento y comunicación con claridad y precisión, la recogida de datos con todos los sentidos, la creación, imaginación, innovación, la reacción con asombro y admiración, la aceptación responsable de riesgos, la capacidad para desarrollar el sentido del humor, el pensamiento interdependiente, así como la apertura al aprendizaje continuo, a un aprendizaje a lo largo de vida.
Como docentes comprometidos con la educación, ésta sería nuestra aportación a la #RevoluciónInclusiva, porque en este cambio cuento con TODO el alumnado. Porque innovo para incluir. ¿Te unes?
(1) Alvin Toffler habló por primera vez de prosumidores en 1980 en su libro La tercera ola. Define prosumidor a una persona que consume lo que él mismo produce y en lugar de venderlo es para su consumo o para darlo gratuitamente.
(2) MORIN, E. (2001). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Barcelona: (Paidós)
En otras ocasiones ya he hablado de la necesidad de reflexionar sobre nuestras prácticas docentes, de la necesidad de redefinir nuestro papel docente para cambiar las prácticas en el aula, de tener una visión más holística de la educación así como de la necesidad de «desfragmentar el saber», de apostar por un conocimiento integrado que permita contextualizar los saberes, desarrollar competencias, fomentar el trabajo en equipo, personalizar el aprendizaje, eliminar barreras; en definitiva, que permita incluir a todo el alumnado en el aula, de forma que todos y cada uno de nuestros alumnos estén presentes, participando y obteniendo logros, sin currículos paralelos y sin «sacarlos» del aula.
Aunque asociemos el ABP a la innovación, la escuela de Alejandría ya unificaba en sus enseñanzas los saberes de la aritmética, la gramática, la medicina, la geografía, la música y la astronomía. A principios del siglo XX, John Dewey y sus ideas sobre la necesidad de experimentar -suya es la frase «Aprender haciendo»- influyeron en el método de proyectos de Kilpatrick, que es el origen del ABP. Así pues, y parafraseando a Fernando Trujillo, «El Aprendizaje Basado en Proyectos NO es una innovación en el sistema educativo, aunque pueda serlo para un centro o para un docente en particular: el ABP es una estrategia metodológica con más de un siglo de historia, cuyas fortalezas y debilidades son bien conocidas y que ha sido utilizado –de diversas maneras, pues es una estrategia abierta– por un sin número de docentes en las más variadas situaciones» y que yo invito a conocer.
Trujillo (2015) nos habla de los elementos esenciales para el ABP donde se observan los ocho elementos esenciales para ABP:
Si tuviésemos que decir tres aspectos importantes, tres aspectos clave del ABP para animar a otros docentes a modificar sus prácticas docentes ¿qué diríamos?
Yo me quedo con estos tres:
¿Cuáles son tus aportaciones?
Para concluir y a modo de reflexión: si queremos trabajar con proyectos es necesario redefinir nuestro papel de docente y reflexionar sobre estas cuestiones.
Symbaloo con ejemplos, vídeos, cursos on line en abierto, recomendaciones de libros y proyectos colaborativos.
https://www.symbaloo.com/embed/parasabermassobreabp?
TRABAJOS CITADOS:
Forés, A., Gamo, J., Guilén, J., Hernández, T., Ligioiz, M., Pardo, F., y otros. (2015). Neuromitos de educación. El aprendizaje desde la neurociencia. . Barcelona: Plataforma actual.
INTEF. (10 de Abril de 2015). No todo vale en ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos). Recuperado el 10 de Enero de 2016, de intefblog: http://blog.educalab.es/intef/2015/04/10/no-todo-vale-en-abp-aprendizaje-basado-en-proyectos/
L’Ecuyer, C. (2012). Educar en el asombro. Madrid: Plataforma editorial.
Mora, F. (2013). Neuroeducación. Sólo se puede aprender aquello que se ama. Madrid: Alianza editorial.
Trujillo, F. (2015). ABP. Infantil, Primaria y Secundaria. (S. G. Técnica, Ed.) Madrid: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Instituo Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF).
Trujillo, F. (30 de Noviembre de 2015). Fernando Trujillo Web&Blog. Recuperado el 10 de Enero de 2016, de Sitio web de Fernando Trujillo: http://www.fernandotrujillo.es
Vergara, J. (2015). Aprendo porque quiero. El ABP paso a paso. Madrid: sm.
En el fantástico post «Descubriendo las BARRERAS a la inclusión en el ABP» Antonio Márquez nos explica de una forma muy clara y sencilla no sólo que cuando hablamos de educación inclusiva hablamos de eliminar barreras, sino que concreta mucho más y nos hace reflexionar sobre las barreras cognitivas, comunicativas, sociales, sensoriales y/o físicas que podemos poner a nuestro alumnado en cada una de las fases del ABP. ¡Y no aparecen allí las barreras a la participación que les ponemos si no les damos la oportunidad de participar en las actividades porque han salido del aula o porque llevan un currículo paralelo! sobre las que, por supuesto, también hay que reflexionar.
Yo quiero ir un paso más allá, quiero centrarme en la personalización del aprendizaje con ABP. José Blas en otro estupendo post «La personalización del aprendizaje: individualizar vs. personalizar» nos explicaba la diferencia entre individualizar y personalizar y comparto con él la necesidad de aclarar conceptos para empezar a aterrizar y concretar.
Llevo años reflexionando y estudiando el tema de la inteligencia y el pensamiento, llevo años analizando metodologías inclusivas que den respuesta a todo el alumnado en el aula, y aunque llevo menos tiempo dando formación sobre este tema, en estos últimos años me dedico de lleno a ello.
Si visualizo la metáfora del árbol, la propuesta que hoy hago es el tronco del árbol. Es un Aprendizaje Basado en Proyectos a través de las Inteligencias Múltiples, ¿por qué? porque me permite personalizar el aprendizaje, porque me permite trabajar capacidades, porque me permite hablar de fortalezas, de desarrollar talentos. No me cansaré de decir que la teoría de las Inteligencias Múltiples democratiza la inteligencia, no la cuantifica, ni la mide métricamente. La teoría de las Inteligencias Múltiples habla de potenciales que se activan o no en función del contexto, de ahí la necesidad de estimularlas tanto en casa como en el hogar.
La teoría de las inteligencias múltiples explica que empleamos la inteligencia cuando de manera activa resolvemos un problema o creamos un producto valorado por la sociedad. ¿No conseguimos eso mismo cuando desarrollamos un proyecto con ABP? Si nos paramos a pensar nos daremos cuenta que por medio del Aprendizaje Basado en Proyectos trabajamos de forma activa un contenido significativo, real y cercano siendo de esta forma el alumnado el protagonista de su propio aprendizaje; resolvemos un reto, contestamos a una pregunta, investigamos, revisamos y reflexionamos, pero sobre todo creamos un producto y lo presentamos ante una audiencia, dando la posibilidad de voz y voto a todo el alumnado del aula.
Pero ¿cómo programamos con inteligencias múltiples para personalizar el aprendizaje? ¿qué debemos tener en cuenta? En primer lugar debemos reflexionar sobre las barreras que tan gráficamente ha explicado Antonio Márquez en su blog y luego pasamos a programar, a mi me gusta programar las tareas cruzando las inteligencias múltiples con los procesos cognitivos de la taxonomía de Bloom, de esta forma se obtiene una matriz de 48 casillas que enriquece el aprendizaje de todo el alumnado y que permite personalizar el aprendizaje y marcar la ruta de todos y cada uno de nuestros alumnos y alumnas.
Cuando programemos una tarea, podemos ir escribiéndola o numerándola en la matriz, así de esta forma y de una manera muy visual no sólo veremos las inteligencias que trabajamos o no, sino también los procesos cognitivos que van a permitir conseguir un pensamiento profundo y eficaz, y esto nos ayudará a ser más conscientes a la hora de enriquecer el aprendizaje, saliendo además de nuestra zona de confort.
Una vez terminada la tarea, habremos pintado un paisaje, un paisaje de aprendizaje con actividades personalizadas y por supuesto no necesariamente todas obligatorias para todo el alumnado, de esta forma no sólo dibujamos un paisaje, sino que marcamos un itinerario, una hoja de ruta personalizada.
Porque una educación inclusiva en la que todo el alumnado está presente, participando y obteniendo logros, ES POSIBLE.