
Ya se ha acabado el mes de abril, un mes centrado en proporcionar opciones para la autorregulación y no quiero empezar mayo sin hablar de la autorregulación. Esta pauta DUA ofrece opciones para lograr una práctica experta, una práctica activa y constructiva que permitirá a la persona interiorizar y hacer suyo el aprendizaje.
La autorregulación es un concepto complejo que combina y conjuga aspectos cognitivos y emocionales, pero también conductuales y ambientales. Esta pauta proporciona opciones para transformar las habilidades mentales en destrezas académicas, como diría Zimmerman (1)
“No es ni una habilidad mental ni una destreza académica; más bien se trata de un proceso autodirigido por el que los aprendices transforman sus habilidades mentales en destrezas académicas”
En esta pauta se habla tanto de autorregulación cognitiva o metacognición, como de autocontrol y autorregulación emocional, habilidades todas ellas necesarias para la meta que se persigue con el DUA que es lograr aprendices expertos decididos y motivados.
Con respecto a la metacognición, Perkins y Ritchhart (2) evidenciaron las relaciones entre el aprendizaje de la metacognición y la autorregulación. La metacognición tiene dos componentes, el conocimiento de la cognición y la regulación de la cognición y para trabajarla en el aula podemos:
- Crear en el aula una cultura que empodere al alumnado para que sean capaces de «saber sobre», «saber cómo» y «saber por qué y cuándo» utilizando para ello estrategias como rutinas del pensamiento, destrezas del pensamiento, llaves del pensamiento.
- Crear en el aula una cultura de pensamiento que permita el diálogo interno, la reflexión y la metacognición gestionando tiempos para ello.
- Proporcionar rúbricas u otras herramientas que permita al alumnado reflexionar sobre su propio aprendizaje.
- Utilizar un portafolio que ayude a reflexionar sobre el propio progreso.
- Promover actividades que lleven a un conocimiento estratégico y reflexivo sobre cómo abordar la resolución de problemas, tareas cognitivas, cómo planificar y organizar una actividad, de forma que sean capaces de seleccionar las estrategias adecuadas, pero también de reflexionar y monitorizar su trabajo.
Pero esta pauta también aborda la autorregulación emocional como factor clave en el aprendizaje, para trabajarla en el aula podemos:
- Escuchar la voz del alumnado para ayudarles a lograr su proyecto personal de vida.
- Promover estrategias para lograr su autoconocimiento.
- Gestión del estrés: mindfulnes, rincón de la calma, actividades cortas y variadas…
- Asambleas, debates, aprendizaje dialógico.
- Utilizar pautas, listas y rúbricas de objetivos de autorregulación.
- Incrementar el tiempo de concentración en la tarea.
- Proporcionar mentores y apoyo para modelar el proceso de establecimiento de metas personales adecuadas.
- Facilitar modelos, apoyos y retroalimentación para gestionar la frustración y buscar apoyo emocional externo.
- Ejercitar habilidades para hacer frente a situaciones conflictivas: convivencia positiva, círculos restaurativos…
- Usar modelos y situaciones reales sobre habilidades para afrontar problemas: tutorías afectivas.
(1) En Casado, O.; Pérez, A.; Hortigüela, D.; Fernández, J. (2019). Modelo Integral de transición activa hacia la autonomía MITAA. Universidad de León.
(2) Perkins, D.; Ritchhart, R. (2014). «¿Cuándo se piensa bien?». En: Carretero, M.; Asensio, M. Psicología del pensamiento. Teoría y prácticas (pp. 291-326). Alianza.
Reblogueó esto en Anna Forés Miravalles.
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