El talón de Aquiles de la educación.

Desde el mes de enero de 2018, formo parte del Consejo Asesor de la revista Graó y colaboro periódicamente con mis reflexiones En voz alta sobre la educación en la revista Aula de Innovación Educativa, junto con mis compañeros José Blas García y Antonio Márquez, con quienes me une amistad y compromiso educativo.

Acabo el primer trimestre del curso escolar reflexionando En voz alta sobre El talón de Aquiles de la educación, esta reflexión aparece en el número 278 de Aula de Innovación Educativa.

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Reconocer el talón de Aquiles en la educación obliga a dialogar sobre ética, a escuchar todas las voces, a sentirlas, a diseñar una hoja de ruta consensuada y dialogada que nos p

Documentos para un centro inclusivo

Con la LOE (2006) se consolida el principio de autonomía de los centros educativos, tanto en lo pedagógico como en lo relativo a la gestión económica y a la organización. Se contempla que «los centros dispondrán de autonomía pedagógica, de organización y de gestión en el marco de la legislación vigente y en los términos recogidos en la presente Ley y en las normas que la desarrollen. Los centros docentes dispondrán de autonomía para elaborar, aprobar y ejecutar un proyecto educativo y un proyecto de gestión, así como las normas de organización y funcionamiento del centro» (art. 120.1 y 120.2). Esta autonomía se hace efectiva a través de distintos documentos de centro, que organizaré en las distintas dimensiones contempladas por Booth y Ainscow en el Index for Inclusion, con el fin de tener una visión más global y humanista de la educación.

Con la LOE se concretan también los principios que conllevan planteamientos importantes para la educación inclusiva. Destaco dos de ellos: «la equidad, que garantice la igualdad de oportunidades, la inclusión educativa y la no discriminación y actúe como elemento compensador de las desigualdades personales, culturales, económicas y sociales, con especial atención a las que deriven de discapacidad» «la autonomía para establecer y adecuar las actuaciones organizativas y curriculares en el marco de las competencias y responsabilidades que corresponden al Estado, a las Comunidades Autónomas, a las corporaciones locales y a los centros educativos».  Así pues, esos documentos deben guiar el camino para que los centros sean garantes de la inclusión y dirijan todas sus actuaciones hacia una educación inclusiva, equitativa y de calidad; para ello hacen falta docentes comprometidos que lideren estos centros, con un perfil muy concreto, como expliqué en el blog en una entrada anterior. Aquí puedes descargar la Guía para elaborar un Proyecto de dirección de centro desde un enfoque inclusivo. desde el enfoque inclusivo.

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CULTURAS. Comunidades escolares seguras, colaboradoras y acogedoras. 

El Proyecto educativo de Centro (PEC) desde un enfoque inclusivo tiene que ser un documento realista, breve y conciso donde se establecen los valores, las líneas de actuación del centro, la concreción curricular y el tratamiento transversal de las áreas.  Este documento contiene el Reglamento de Régimen Interior y todos los documentos institucionales que van a marcar las directrices de una escuela inclusiva.

Debe ser un documento consensuado, de forma que todos los aspectos sean acordados, conocidos y aceptados, fruto de una reflexión conjunta entre todos los miembros de la comunidad educativa y generado a partir de procesos participativos. En el CEIP Puerta de Sancho el curso pasado llevamos a cabo este proceso y lo reflejamos en el blog http://pecinclusivosancho.blogspot.com/

PEC enfoque inclusivo.  Guía para la elaboración del Proyecto Educativo de Centro desde un enfoque inclusivo

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POLÍTICAS. Organización de centro para que la inclusión esté en el corazón de las escuelas. 

El Plan de Atención a la Diversidad recogerá las actuaciones generales y específicas, que un centro va a diseñar para dar una respuesta apropiada al amplio espectro de necesidades de aprendizaje, tanto en entornos formales como no formales de la educación, así como las medidas que va a llevar a cabo para lograrlo. Este documento debe estar de acorde con las señas de identidad del propio centro que aparecen en el Proyecto Educativo de Centro, de forma que si los valores que promueve un centro son inclusivos, el Plan de Atención a la Diversidad debe serlo también, abogando en todo momento por medidas generales que deben formar parte del día a día del centro; medidas generales que deben ser ordinarias, habituales, medidas que corresponden básicamente a estrategias organizativas y metodológicas, como se aclarará en otro apartado, si bien también encontraremos medidas curriculares y sociales que respeten los diferentes ritmos de aprendizaje del alumnado, favorezcan la capacidad de aprender por sí mismos y promuevan el trabajo en equipo.

Plan de Atención a la Diversidad desde un enfoque inclusivo Guía para elaborar un Plan de Atención a la Diversidad desde un enfoque inclusivo.

3PRÁCTICAS. Personalización del aprendizaje. Eliminación de barreras para el aprendizaje. 

En un centro inclusivo todo el profesorado tiene altas expectativas en todos los estudiantes, se centra en las fortalezas de todos ellos, garantiza siempre una respuesta educativa inclusiva ofreciendo los apoyos y los ajustes necesarios y proporcionando una respuesta educativa ajustada a sus características y necesidades con un diseño universal del currículo. Es necesario crear situaciones de aprendizaje ricas, variadas y flexibles con metodologías que favorezcan la inclusión.

Guía para programar un proyecto con el enfoque del Diseño Universal del Aprendizaje. Aprendizaje Basado en Proyectos y Diseño Universal para el Aprendizaje. Tendiendo puentes para la inclusión.

Hagamos juntos

 

Mirada DUA, una mirada necesaria.

La mirada DUA no conecta con discursos segregadores que parten de posturas bipolares, ni tampoco de discursos que hablan de normalización desde la diferencia. La mirada DUA promueve es

No tendríamos que hablar de inclusión si antes no hubiésemos segregado, si desde el principio nuestra respuesta ante la diversidad hubiese sido otra, si desde el principio hubiésemos entendido que la normalidad es un concepto frágil, relativo, si hubiésemos entendido que normal no es lo opuesto de anormal; no tendríamos entonces que estar hablando de inclusión, sino de educación. Hablar de educación inclusiva, es hablar de una educación equitativa y de calidad para todo el alumnado y con todo el alumnado, es hablar de eliminar el sistema binario normalidad/diversidad y sobre todo, hablar de educación inclusiva supone eliminar la exclusión en y desde la educación, con la participación activa siempre de todo el alumnado.

Hemos normalizado las injusticias y hemos confundido que atención a la diversidad es una atención solo para los que son diversos, para los que no son normales, reduciendo la diversidad a un aspecto concreto que los caracteriza y cometiendo el error de clasificar a los niños y niñas con criterios diagnósticos clínicos que habitualmente conllevan características fijas y estables, agrupándolos por semejanzas comunes o sintomáticas que muchas veces los docentes no conocen y que los etiqueta como algo anormal, diverso y distinto. Esto nos lleva a planteamientos pedagógicos iguales y homogéneos para el alumnado normal, y planteamientos pedagógicos terapéuticos para el alumnado no normal.  Altas expectativas para el alumnado normal y bajas expectativas para el alumnado no normal. Currículo oficial para el alumnado normal y adaptaciones curriculares para el alumnado no normal.

Para entender qué es y qué supone la educación inclusiva y sobre todo, para poder pasar a la acción, debemos dejar de llevar a cabo las prácticas excluyentes que se siguen haciendo y que impiden avanzar, cuestionándonos en primer lugar nuestra frontera entre lo normal y lo no normal, reflexionando sobre nuestros límites difusos o marcados donde se encuentran las líneas de fuga, los cuestionamientos personales, los desencuentros con docentes, haciendo de estas fronteras lugares de cambio y transformación.

Para garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad a todo el alumnado es necesario un cambio de mirada que nos interpele, que nos cuestione sobre nuestra propia práctica educativa y que nos haga ser docentes disruptivos dispuestos a llevar a cabo la Revolución Educativa necesaria.

La mirada DUA permite ver a la persona, más allá del diagnóstico que la cosifica, que la segrega y aprisiona. La mirada DUA permite partir de las fortalezas, de las capacidades de la persona, y se convierte entonces en una educación con altas expectativas que no se centra solo en las necesidades y dificultades, una educación personalizada frente a la individualización a la que estamos acostumbrados.

La mirada DUA no conecta con discursos segregadores que parten de posturas bipolares, ni tampoco con discursos que hablan de normalización desde la diferencia. La mirada DUA promueve espacios donde las diferencias se diluyen y donde la intervención se centra en la persona y en su calidad de vida conjugando siempre aspectos cognitivos, emocionales y éticos.

¿Cómo conseguir esta mirada en los docentes? 

  • Poniendo el énfasis en la equidad y en la calidad, como indicadores del DERECHO EN LA EDUCACIÓN INCLUSIVA, un derecho para todo el alumnado y que lleva necesariamente a hablar de Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) y mirar la educación con esos ojos, hablando entonces de mirada DUA, frente a una mirada integradora que excluye y margina.
  • USO PEDAGÓGICO DE LOS ESPACIOS para construir verdaderas aulas DUA que propicien y respeten los diferentes ritmos de aprendizaje, la capacidad de aprender por sí mismos, aulas que promuevan las competencias y que desarrollen el pensamiento crítico y creativo en todo el alumnado. Aulas donde profesorado y alumnado colaboran en el aprendizaje y en la evaluación, frente a aulas tradicionales donde prevalece la respuesta homogénea basada en una concepción estática y rígida de la enseñanza.
  • EDUCACIÓN CENTRADA EN LA PERSONA y partir del portafolio de los talentos para conocer los puntos fuertes de cada niño, niña, joven, adolescente y fortalecerlos siempre. Todas las personas somos diferentes y todas tenemos derecho a la educación y en la educación; las propuestas educativas deben valorar el bienestar de todo el alumnado, respetar su dignidad y eliminar prácticas segregadoras.
  • PERTENENCIA, creando un ambiente de clase saludable, amable, acogedor y seguro; esta es la base para que el alumnado pueda ser y estar, para que la inclusión no sea un premio y para que todo el alumnado sienta que pertenece, que se le tiene en cuenta.
  • FOMENTANDO LA PARTICIPACIÓN de todo el alumnado en el aula con propuestas inclusivas que dan respuesta a todo el alumnado, lo que necesariamente nos hace diseñar las programaciones de forma universal, y presentar la información en formatos distintos, proporcionando opciones para: captar el interés, mantener el esfuerzo, la persistencia, la autorregulación, la percepción, el lenguaje y los símbolos, la comprensión, la acción física, la expresión, la comunicación y la función ejecutiva; todos ellos principios del Diseño Universal para el Aprendizaje.
  • ÉTICA DEL CUIDADO, la mirada DUA implica ayudar a todo el alumnado en su propio proyecto de vida, caminar a su lado, no escribir su final. Implica compartir, guiar, ayudar, cuidar. Implica hacer ajustes y ofrecer apoyos siempre. Implica altas expectativas, cuidar del bienestar de todo el alumnado, respetando y reconociendo las necesidades de cada uno eliminando las barreras a la presencia, la participación y el aprendizaje.

Una mirada DUA es una mirada transformadora y que transforma la vida de los nadies, de los ningunos, de los ninguneados y de sus familias, pero sobre todo es una mirada que logra sociedades más inclusivas.