Un paso a la acción. Líneas de reflexión sobre la educación inclusiva.

 

Apoyo es el acto de prestar ayuda o asistencia a una persona que la requiere para realizar las actividades cotidianas y participar en la sociedad (3)

El uso del adjetivo inclusivo/inclusiva está de moda. Se une indistintamente a educación, centro educativo, actividad, lenguaje, deporte, sociedad… de forma habitual, para dar énfasis en la aceptación de todos, en la no exclusión. Pero la realidad es bien distinta. Ni la educación, ni los centros educativos, ni las actividades, ni el lenguaje, ni el deporte, ni la sociedad serán verdaderamente inclusivos si no somos capaces de cambiar la mirada, de ver capacidades donde otros ven discapacidades; de ofrecer contextos flexibles que permitan que todas las personas puedan participar y obtener logros, contextos donde no existan barreras que les impida estar, participar, sentirse acogidos y poder desarrollar así, su pleno potencial.

Si en educación nos centramos en la discapacidad, si nos fijamos únicamente en lo que las personas no saben hacer, decir o realizar, si la respuesta sigue siendo segregadora y terapéutica, entonces tenemos un problema, un problema conceptual que es necesario aclarar y leer en el post aclarando conceptos, antes de pasar a la acción.

PRIMERA REFLEXIÓN.  El modelo social sobre el que se apoya la educación inclusiva se basa en un cambio de mirada de la discapacidad, poniendo el énfasis en el contexto, en las barreras, en los prejuicios, en las actitudes negativas y en la exclusión por parte de la sociedad de determinadas personas que son distintas a ellos. El modelo inclusivo no niega que haya diferencias individuales, puesto que todas las personas somos únicas y diferentes; este modelo se centra en que es la sociedad la que promueve la exclusión, en que la discapacidad es una construcción social, y que la inclusión no es un premio sino un derecho. De esta forma, la exclusión estaría por lo tanto en nosotros mismos, en nuestra mirada. Nacho Calderón lo explica de una forma muy poética cuando señala que «la discapacidad no está en un cuerpo, sino al menos, entre dos cuerpos».

Las barreras que pone la sociedad a la discapacidad, las barreras que ponemos los docentes a una educación inclusiva de calidad para todo el alumnado, pueden ser barreras físicas o mentales, visibles o invisibles, conscientes o inconscientes, pero en cualquier caso son barreras que debemos eliminar y que deben constituir por lo tanto nuestra primera reflexión.

¿En mi aula, en mi centro, hay barreras a la participación, a la presencia? ¿Las pongo yo? ¿Todo el alumnado del aula, del centro, participa, está presente? ¿Tengo siempre altas expectativas para todo el alumnado? ¿Ofrezco posibilidades para que los estudiantes se ayuden mutuamente? ¿Fomento la colaboración en el aula? ¿Los estudiantes tienen la seguridad de que recibirán ayuda si tienen dificultades? ¿Fomento la cultura de la colaboración en el aula, en el centro? ¿Cómo es mi mirada, dónde veo las discapacidades? 

PROPUESTAS PEDAGÓGICAS. El cambio de mirada. 

Es importante trabajar en el aula el cambio de mirada con actividades que impliquen reflexionar y dialogar sobre ello, fomentando de esta forma el pensamiento crítico en todo el alumnado, unas actividades que buscan que el alumnado reflexione, comprenda, argumente y contraargumente, emitiendo juicios de valor.

SimplicityUn ejemplo de estas actividades sería el mapa inclusivo de la empatía a partir de libros, vídeos o situaciones que nosotros planteamos como hipotéticas y sobre las que podemos reflexionar; es interesante que en el mapa de la empatía los alumnos descubran las barreras que existen y sobre todo que hagan propuestas sobre cómo derribarlas o eliminarlas; o las siempre interesantes tertulias literarias dialógicas a partir de libros como La lección de August o la película Wonder. En el blog Wonderpeli, encontraréis propuestas de actividades para trabajar en el aula y en la familia después de la lectura del libro o del visionado de la película.

 

Apoyo es el acto de prestar ayuda o asistencia a una persona que la requiere para realizar las actividades cotidianas y participar en la sociedad (1)

Que la educación inclusiva, equitativa y de calidad es un derecho, como también lo es asegurar los ajustes razonables y los apoyos adecuados para fomentar al máximo el desarrollo académico y social en todo el alumnado (1), es algo que ya a estas alturas del siglo XXI debería ser conocido por todos los docentes, y sin embargo la realidad te dice que eso no es cierto.

No solo se utiliza el adjetivo inclusión para asociarlo a prácticas segregadoras, sino que se cometen injusticias abanderadas por el calificativo inclusivo. Estas reflexiones son importantes para comenzar a cambiar, es necesario pararnos a pensar y a repensar para comenzar así a ser conscientes de que en ocasiones no estamos garantizando el derecho a una educación inclusiva, equitativa y de calidad. Y no lo estamos haciendo cuando retiramos los apoyos, cuando no los ofrecemos o cuando no los gestionamos adecuadamente; cuando pensamos que un aula específica o un aula de educación especial en si mismas ya son una respuesta inclusiva; cuando no hay nada que ajustar porque se piensa que algunos alumnos ni saben, ni pueden ni quieren; cuando solo realizo adaptaciones significativas que condenan al alumnado a una vida de pobreza y miseria. Pero también cometo injusticias cuando asocio el apoyo única y exclusivamente con el profesorado especialista en pedagogía terapéutica y audición y lenguaje o compensatoria y luego en clase estos alumnos tienen currículos paralelos que condicionan su participación en las dinámicas que se hacen en las aulas; o puedo caer también en el error de considerar que apoyo es sinónimo de los recursos que deben ofrecernos las Administraciones y cuando no tenemos esos apoyos decimos que este niño o este joven, estaría mejor en otro centro con más recursos; o… cuando encontramos otras muchas razones para no asegurar ni los apoyos ni los ajustes que por ley les corresponden.

SEGUNDA REFLEXIÓN. La relatora de las Naciones Unidas (2) define el apoyo como «el acto de prestar ayuda o asistencia a otra persona para que pueda realizar actividades y pueda participar en el aula». La educación inclusiva se basa en una concepción humanista de la educación que se centra en la perspectiva de los Derechos Humanos y de la justicia social. El modelo social en el que se mueve la educación inclusiva habla de eliminar barreras para crear contextos acogedores y seguros para todo el alumnado. Tendremos alumnos y alumnas en nuestros centros  educativos que necesiten siempre un apoyo, una ayuda, para participar significativa y plenamente en el aula, otros que necesiten el apoyo puntualmente, otros que no lo necesiten, pero siempre nos basamos en la ayuda, en la colaboración. El apoyo en la educación inclusiva es por lo tanto ayudar, colaborar, construir juntos partiendo de la capacidad. Ofrecer un apoyo de calidad es un derecho y en ocasiones es imprescindible para que todo el alumnado pueda participar activamente en el aula. La falta de apoyos adecuados supone por lo tanto segregar, cometer injusticias y poner barreras a la presencia, participación o aprendizaje, de una forma consciente.

¿Entiendo entonces que apoyo son todas las actuaciones y actividades que el docente pueda realizar para dar una respuesta inclusiva a todo el alumnado y que le permitan entonces participar en el aula? ¿El apoyo es además colaborar, ajustar el contexto, trabajar entre iguales, eliminar barreras o el apoyo es solo estar en el aula junto a un alumnado concreto? ¿El apoyo son solo recursos materiales y personales? ¿Los apoyos ayudan a eliminar barreras?

HACIA UNAPROPUESTAS PEDAGÓGICAS. Apoyos para incluir a todo el alumnado.

Debemos hacer que nuestros centros educativos se constituyan en una verdadera comunidad de apoyo. Que formen una red que se presta ayuda para que todo el mundo pueda participar. De esta forma el apoyo no se centra únicamente en un profesorado concreto, sino que alumnado, profesorado, familias, comunidad educativa en general, colaboran para ayudar con propuestas claras. La cultura de la colaboración impregna de esta forma todas las actuaciones que allí se desarrollan.

La autonomía pedagógica, de gestión y de organización de los centros implica la elaboración de unos documentos institucionales que deberán basarse en el enfoque inclusivo. Estos documentos, como el Proyecto Educativo de Centro desde un enfoque inclusivo, Plan de Atención a la Diversidad desde un enfoque inclusivo o el Proyecto de Dirección desde un enfoque inclusivo, son documentos que determinan las señas de identidad de un centro y que van a condicionar todas las actuaciones que allí se hagan.

 

Apoyo es el acto de prestar ayuda o asistencia a una persona que la requiere para realizar las actividades cotidianas y participar en la sociedad (2)

En la normativa actual todavía se habla de adaptaciones curriculares y no de diseño universal, se sigue centrando el foco en la discapacidad (cuestionando incluso en ocasiones las capacidades de determinado alumnado), en las necesidades educativas que en ocasiones son «especiales», en las carencias y deficiencias, para que luego el profesorado, teniendo en cuenta las características individuales del alumnado y su contexto, haga una adaptación al currículo, una adaptación que el niño o niña pocas veces compartirá con el resto del alumnado, tendiendo de esta forma a dar una respuesta individualizada, segregadora y rígida, que ni cambia ni modifica el contexto ni elimina las posibles barreras a la presencia, a la participación y al aprendizaje, ni mucho menos permite la participación activa y significativa en el aula, ni la socialización de este alumnado.

Se observa entonces un baile entre el modelo social por el que aboga la educación inclusiva y el modelo psicopedagógico de la normativa actual. Un modelo este último que nace en la década de los 90 y que prácticamente no ha cambiado nada desde entonces. Un modelo que se basa en las necesidades educativas, que adapta el currículo, que lleva asociado unos recursos personales y cuya intervención, en muchos casos, continúa siendo segregadora. Un modelo que sigue asociando la atención a la diversidad con un profesorado concreto, como si la respuesta educativa solo dependiese de esos profesores, y que lleva la coletilla de «terapéutica» como si de un modelo rehabilitador se tratase.

TERCERA REFLEXIÓN. Desde que en 1985 comenzase de forma experimental el programa de integración, basado en el principio de normalización e integración, hasta ahora, poco o muy poco han cambiado las prácticas y los centros educativos y ¡han pasado más de treinta años!.

Sigue existiendo un profesorado especialista en pedagogía terapéutica y audición y lenguaje para atender a un alumnado con unas necesidades educativas «especiales». Estas intervenciones suelen realizarse habitualmente fuera del aula, enfatizando así en el término «especiales». Son apoyos puntuales, con un número de sesiones concretas a la semana. En otros centros existe también la figura de profesorado de compensatoria, que trabaja con el alumnado en situación de desventaja social, pero con la misma dinámica y apoyos que la descrita anteriormente.

Y en el resto de las sesiones… ¿Qué hace este alumnado? ¿Participa de las actividades que se realizan en el aula, hace otras tareas o lleva otro currículo paralelo? ¿Participa en actividades grupales y colaborativas en el aula? ¿Comparte sus conocimientos y habilidades? ¿Se ofrece ayuda a los demás de forma habitual?

Y el profesorado… ¿Cómo atiende la diversidad cuando está en el aula? ¿Asegura los ajustes razonables a todo el alumnado? ¿Qué apoyos les ofrece? ¿Tiene en cuenta un diseño universal para el aprendizaje?

Y el centro… ¿Cómo organiza los apoyos? ¿Sus documentos institucionales son inclusivos? ¿Gestiona la autonomía pedagógica, de gestión y de organización de una forma inclusiva? ¿Existe una verdadera comunidad de apoyo o se centra el apoyo solo en un profesorado concreto?

4PROPUESTAS PEDAGÓGICAS. Diseño Universal para el Aprendizaje.

Desde el modelo social sobre el que se sustenta la educación inclusiva, la rigidez del currículo y el dominio o no de metodologías inclusivas por parte del profesorado suponen una barrera para la participación y el aprendizaje de todo el alumnado.

Por lo que para facilitar una respuesta inclusiva es necesario que  todo el profesorado conozca y domine medidas curriculares y metodológicas que faciliten el mayor grado de participación y aprendizaje de todos en el aula. Estas medidas para dar respuesta al derecho a la inclusión deben formar parte de los itinerarios formativos y de los documentos institucionales de los propios centros educativos.

Una propuesta sustentada en el Diseño Universal de Aprendizaje se basa en la necesidad de tener en cuenta a todo el alumnado desde el mismo momento de la programación, para poder así hacer los ajustes necesarios que eviten posteriores adaptaciones.

Un paso a la acción es un compromiso de todos, no únicamente de la Administración con sus normativas, ¡que, por supuesto, son importantes! sino también del propio profesorado. No olvidemos que la respuesta educativa inclusiva es un tema que atañe a todo el profesorado y que «atender la diversidad», es atender a todo el alumnado, no solo al que tiene necesidades educativas.

Un cambio de mirada que ponga el énfasis en el contexto discapacitante y no en la persona con discapacidad y un cambio en la concepción del apoyo son dos aspectos necesarios e imprescindibles para esta #RevoluciónInclusiva que ya está en marcha. Esta respuesta educativa inclusiva debe poner el punto de vista en la colaboración, en la ayuda mutua, debe tejer redes naturales de ayuda que se apoyen en el vínculo y el cuidado, en el aprendizaje dialógico, en el respeto, en los derechos humanos y en la justicia social.

La #RevoluciónInclusiva supone una concepción holística y humanística de la educación, donde todo el mundo es acogido y siente que pertenece al grupo, donde todas las personas pueden ser y estar sin necesidad de tener que incluirse, porque ya son personas y ya están participando, donde todo el mundo aporta, participa y brilla, donde se valora y se aprende de la diferencia. Una educación para todos y con todos. 

 

 

 

(1) Artículo 24 de la Convención Internacional de los Derechos de las personas con discapacidad, que España aprueba y ratifica pasando a formar parte de su ordenamiento jurídico. España se compromete así a cumplirla, observarla y hacer que se cumpla.

(2) Naciones Unidas (2016). Informe de la Relatora Especial sobre los derecho de las personas con discapacidad. Número de publicación A/HRC/34/58. Recuperado de https://www.dropbox.com/s/qa7cjpn9cvcyhq2/INFORME%20RELATORA%20APOYOS.pdf?dl=0

4 comentarios en “Un paso a la acción. Líneas de reflexión sobre la educación inclusiva.

  1. Un post interesante en el que sin embargo vuelvo a constatar que hay personas que incluso en estos post inclusivistas son ignorados. Personas con necesidades educativas, que necesitan ayuda para desarrollar su potencial, pero que no se pueden considerar discapacitados, y que por ello son ignorados y ninguneadas sus necesidades educativas específicas.
    Diríase que ni siquiera existen. O si se acepta su existencia se presupone que no necesitan ayuda. Se desconoce su perfil completo (basándose solamente en estereotipos incorrectos) y se les niega la equidad. Son personas con AACC, y existen como Teruel, pueden fracasar en la escuela y/o sufrir bullying en un porcentaje importante de casos por la falta de una respuesta educativa adecuada a su perfil, por su «invisibilidad» y falta de respeto de la comunidad educativa ante su diversidad.

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    • Inma cuando hablo de una educación inclusiva me refiero siempre a una educación para todos, no solo para las personas con necesidades educativas especiales. Hablo de asegurar los ajustes razonables y los apoyos adecuados para todos los niños y niñas, de diseño universal para el aprendizaje, de ajustar respuestas educativas, pero siempre inclusivas.
      Tienes toda la razón cuando hablas de la invisibilidad del alumnado con AACC y es un tema en el que yo también trabajo. Gracias por tus aportaciones. Un saludo

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  2. Creo que no te conozco, Coral. Tu documento es muy interesante. Por supuesto que hay aspectos que podríamos discutir (sería muy triste estar de acuerdo en todo), pero encuentro tus reflexiones muy bien articuladas y sustentadas. ¡Felicidades!

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