En el fantástico post «Descubriendo las BARRERAS a la inclusión en el ABP» Antonio Márquez nos explica de una forma muy clara y sencilla no sólo que cuando hablamos de educación inclusiva hablamos de eliminar barreras, sino que concreta mucho más y nos hace reflexionar sobre las barreras cognitivas, comunicativas, sociales, sensoriales y/o físicas que podemos poner a nuestro alumnado en cada una de las fases del ABP. ¡Y no aparecen allí las barreras a la participación que les ponemos si no les damos la oportunidad de participar en las actividades porque han salido del aula o porque llevan un currículo paralelo! sobre las que, por supuesto, también hay que reflexionar.
Yo quiero ir un paso más allá, quiero centrarme en la personalización del aprendizaje con ABP. José Blas en otro estupendo post «La personalización del aprendizaje: individualizar vs. personalizar» nos explicaba la diferencia entre individualizar y personalizar y comparto con él la necesidad de aclarar conceptos para empezar a aterrizar y concretar.
Llevo años reflexionando y estudiando el tema de la inteligencia y el pensamiento, llevo años analizando metodologías inclusivas que den respuesta a todo el alumnado en el aula, y aunque llevo menos tiempo dando formación sobre este tema, en estos últimos años me dedico de lleno a ello.
Si visualizo la metáfora del árbol, la propuesta que hoy hago es el tronco del árbol. Es un Aprendizaje Basado en Proyectos a través de las Inteligencias Múltiples, ¿por qué? porque me permite personalizar el aprendizaje, porque me permite trabajar capacidades, porque me permite hablar de fortalezas, de desarrollar talentos. No me cansaré de decir que la teoría de las Inteligencias Múltiples democratiza la inteligencia, no la cuantifica, ni la mide métricamente. La teoría de las Inteligencias Múltiples habla de potenciales que se activan o no en función del contexto, de ahí la necesidad de estimularlas tanto en casa como en el hogar.
La teoría de las inteligencias múltiples explica que empleamos la inteligencia cuando de manera activa resolvemos un problema o creamos un producto valorado por la sociedad. ¿No conseguimos eso mismo cuando desarrollamos un proyecto con ABP? Si nos paramos a pensar nos daremos cuenta que por medio del Aprendizaje Basado en Proyectos trabajamos de forma activa un contenido significativo, real y cercano siendo de esta forma el alumnado el protagonista de su propio aprendizaje; resolvemos un reto, contestamos a una pregunta, investigamos, revisamos y reflexionamos, pero sobre todo creamos un producto y lo presentamos ante una audiencia, dando la posibilidad de voz y voto a todo el alumnado del aula.
Pero ¿cómo programamos con inteligencias múltiples para personalizar el aprendizaje? ¿qué debemos tener en cuenta? En primer lugar debemos reflexionar sobre las barreras que tan gráficamente ha explicado Antonio Márquez en su blog y luego pasamos a programar, a mi me gusta programar las tareas cruzando las inteligencias múltiples con los procesos cognitivos de la taxonomía de Bloom, de esta forma se obtiene una matriz de 48 casillas que enriquece el aprendizaje de todo el alumnado y que permite personalizar el aprendizaje y marcar la ruta de todos y cada uno de nuestros alumnos y alumnas.
Cuando programemos una tarea, podemos ir escribiéndola o numerándola en la matriz, así de esta forma y de una manera muy visual no sólo veremos las inteligencias que trabajamos o no, sino también los procesos cognitivos que van a permitir conseguir un pensamiento profundo y eficaz, y esto nos ayudará a ser más conscientes a la hora de enriquecer el aprendizaje, saliendo además de nuestra zona de confort.
Una vez terminada la tarea, habremos pintado un paisaje, un paisaje de aprendizaje con actividades personalizadas y por supuesto no necesariamente todas obligatorias para todo el alumnado, de esta forma no sólo dibujamos un paisaje, sino que marcamos un itinerario, una hoja de ruta personalizada.
Porque una educación inclusiva en la que todo el alumnado está presente, participando y obteniendo logros, ES POSIBLE.